Un año después de los atentados, el turismo no repunta en Barcelona

Las pernoctaciones hoteleras de extranjeros en Cataluña caen 6,2% en el mes de julio y las de españoles, más del 7%

Turistas en la ciudad de Barcelona ABC

Guadalupe Piñeiro

Hace un año, Cataluña era noticia en el mundo entero por los trágicos atentados que acabaron con la vida de 16 personas en La Rambla de Barcelona. La cuidad condal y Cambrils se transformaron en el epicentro del terror y las heridas que dejaron como consecuencia los dramáticos episodios aún no han sido curadas. A los daños humanos que quedaron tras los atentados del 17-A, hay que sumarle los efectos económicos de la tragedia, que golpeó duramente una de las aristas fundamentales de la economía de la región: el turismo .

A pesar de que la capital catalana ocupa el sexto puesto en el ranking de las ciudades más visitadas de toda Europa –según datos de la consultora Euromonitor Internacional -, los atentados del año pasado tuvieron notorias secuelas en la llegada de visitantes a las tierras de Gaudí.

De hecho, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE) , en el último bimestre la ocupación hotelera en Cataluña sufrió una caída superior al 7% en comparación con el mismo período del año pasado. En concreto, las pernoctaciones hoteleras de turistas extranjeros en Cataluña cayeron un 6,2% en el mes de julio si se comparan con el mismo mes del año pasado. Asimismo, las de viajeros españoles descendieron un 7,2%.

Si bien era previsible que los atentados terroristas tendrían algún tipo de impacto sobre la llegada de turistas a la región, el efecto de estos sucesos fue mucho mayor que en los casos de otras ciudades europeas. Por ejemplo, a un año de la tragedia de París, el turismo en la «ciudad de la luz» había disminuido apenas casi un 6%, un punto menos que la caída de esta actividad en Cataluña. Una excepción a esta regla fue lo ocurrido con los alquileres por Airbnb. En estos casos, la recesión del turismo en Barcelona resultó más leve que en de el resto de los tipos de alojamiento.

El comercio pierde ventas

Además del turismo, los dueños de tiendas en la ciudad condal sufrieron a lo largo de todo un año los efectos de un año más «frío» en materia de consumo. Los días de manifestaciones independentistas y las jornadas posteriores a los atentados fue notoria la disminución de peatones en las principales arterias comerciales de la ciudad.

Un tercer factor que afectó también la afluencia de público a las tiendas en las zonas comerciales más importantes de la ciudad de Barcelona tiene que ver con las huelgas de los taxistas que tuvieron lugar el último fin de semana del mes de julio. Según datos proporcionados por RetailCat , patronal del comercio, durante las jornadas en las que tuvo lugar la protesta se produjo una caída en ventas de casi un 30% en los comercios ubicados en los grandes epicentros comerciales de la capital catalana. 

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