El arzobispo de Tarragona anuncia que deja el cargo en pleno escándalo por abusos a menores

Jaume Pujol, que cumplirá 75 años esta semana, presentará su dimisión al Papa para que decida sobre su futuro

El arzobispo Jaume Pujol en un acto reciente en Tarragona ABC

Miquel Vera / Esther Armora

La archidiócesis de Tarragona ha anunciado hoy que el arzobispo Jaume Pujol presentará esta semana su renuncia al cargo. Aunque este es un paso «natural» al cumplir los 75 años, se da la circunstancia de que la decisión se produce 24 horas después de unas polémicas declaraciones en las que el prelado restó importancia a unos casos de supuestos abusos sexuales a menores realizados por párrocos de su arzobispado.

En la nota de renuncia no se concreta cuándo se hará efectiva la dimisión ni el motivo de la misma, más allá de mencionar la edad de jubilación que contempla el código de derecho canónico. Según este protocolo, el futuro del arzobispo metropolitano queda en manos del Papa Francisco y del Nuncio Apostólico en España. «Después de sopesar todas las circunstancias, proveerà», añade la archidiócesis en un escueto comunicado.

Asimismo, la Iglesia de Tarragona aclara que es habitual que «muchas veces» antes de la propia edad de jubilación se inicien los pasos para sustituir la sede vacante. Sin embargo, quien llegue a Tarragona en el lugar de Pujol deberá atemperar unas aguas revueltas por los casos de abusos que han salpicado esta y otras diócesis catalanas y que han provocado que la sede del Palacio Episcopal de Tarragona amaneciera con pintada amenazantes criticando las últimas declaraciones del arzobispo saliente.

Dos sacerdotes dimitidos

Dos sacerdotes bajo la jurisdicción de Pujol han presentado su renuncia en lo que va de semana al verse salpicados por sendos escándalos de presuntos abusos sexuales a menores . El último en hacerlo fue el párroco de localidades como Arbeca, Maldà o Belianes, Josep María Font. Poco antes lo hizo el sacerdote Xavier Morell, quie dejó su puesto al publicarse que fue investigado por la Santa Sede por unos abusos que finalmente nunca se demostraron . Sin embargo, fueron las delcaraciones de Pujol al conocer los casos lo que aumentó el conflicto. No en vano, el prelado aseguró que todo puede tener «un mal momento» y aseguró que los casos no eran «tan graves» como para apartar a los sacerdotes.

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