La Pedrera reúne las industrias modernistas

«La Pedrera es el continente perfecto para esta exposición». Así lo cree todo el equipo que ha puesto en marcha «Modernismo. Arte-talleres-industrias».

La primera buena noticia es que por fin las columnas, el cielo raso, las ventanas, las barandillas y el pavimento de La Pedrera son protagonistas de una muestra in situ. «La Casa Milá recupera su valor doméstico», subraya la comisaria Mireia Freixa que ha integrado el interior y el exterior del edificio de Gaudí en su propuesta expositiva. La segunda buena nueva es que sesenta coleccionistas han cedido sus piezas para conseguir reunir las huellas de las industrias y talleres que estuvieron activos durante el Modernismo. Y la tercera noticia positiva es que el Modernismo sigue siendo un gran reclamo.

Un audiovisual da la bienvenida al espectador con un resumen de lo que significa para los habitantes de Barcelona la modernidad. Todo el mundo soñaba con instalarse calefacción en casa, con cambiar de cocina y con actualizar sus viviendas. En este furor tuvo gran importancia la nueva ley del Ayuntamiento de Barcelona de 1891 que permitió decorar las fachadas de las casas. Buen ejemplo fue el embellecimiento de la Casa Batlló o la Casa Atmeller.

«Queremos que la gente vea los objetos modernistas dentro de un contexto más amplio que integre la creación, la producción, la difusión y el consumo», explica la comisaria que ve fundamental los dibujos de los interiores de las casas que hicieron los decoradores. El ejercicio de comparar el boceto con el interior real de las casas modernistas forma parte de esta gran muestra que reclama la importancia de todo el proceso.

Piezas de Gaudí

A la pregunta de si veremos algo de Gaudí en este recorrido, la comisaria afirma que podemos disfrutar de una silla que diseñó para la Casa Batlló, de una barandilla y un pavimento que hizo para La Pedrera, «pero que sobre todo veremos Gaudí de una forma diferente».

Los amantes del diseño reconocerán la famosa silla Thonet que fue diseñada por Michael Thonet en 1859. «Hemos incluido una silla de bar que inundó todos los bistrots –añade Freixa-. En una de las foto de la terraza del Café del Hotel Oriente vemos a un grupo de señores sentados en estas sillas».

Las fotos son un componente fundamental de este recorrido en el que podremos entrar en el interior de la Casa de Evaristo Arnús, la Casa de Ramon Oller o la Casa Batlló para comprobar que todas guardan una similitud en su mobiliario y decoración. Tantísimos objetos reunidos que dan una idea de la industria que generaron. No se pierdan los balaustres originales del Palau de la Música que diseñó Domènech i Montaner y que fueron confeccionados en la Fábrica Hijo de Jaime Pujol y Bausis.