Ocio-BarcelonaCinco teatros que marcan el ritmo escénico de Barcelona

Teatre Neu

En un barrio joven en donde la oferta gastronómica es amplia, como Gràcia, la oferta artística a veces parece quedarse corta. Sin embargo, espacios como el Neu son bien recibidos por los vecinos, que abarrotan sus pequeñas salas varias noches a la semana. Es buena señal, la gente quiere teatro. Aquí también se presentan actos de magia, improvisación y monólogos.

Teruel, 26

La Seca Espai Brossa

En el meollo del corazón turístico por excelencia de Barcelona se ubica este recinto escénico que junto con La Puntual o el Antic Teatre, se niegan a rendir el barrio a los pies del turismo masivo. El Espai Brossa está ubicado en la antigua fábrica de la moneda, del barrio artesano de la Barcelona medieval, el Born. Un espacio pequeño, para producciones de bajo presupuesto pero de alta calidad. Hay gente que llega aquí por la cafetería de la escuela Hofmann de su terraza, pero se queda por lo que encuentra en su escenario circular.

Flassaders, 40

Teatre Lliure

Este teatro comenzó en el barrio de Gràcia, como un proyecto de artistas independientes en 1976. En el 2001 se trasladó al que fuera el Palacio de la Agricultura de la feria del 29 en Montjuïc. Y finalmente en 2010 abrió también en su sede original un espacio renovado, que había cerrado en 2003. Actualmente, funciona en ambos sitios y, fiel a sus inicios, presenta espectáculos de teatro, danza y música. Es un teatro referencia y sus producciones se presentan a lo largo y ancho de España.

Plaça de Margarida Xirgu, 1

Montseny, 47

Nau Ivanov

Xavier Basiana es un arquitecto y fotógrafo amante y defensor del barrio de la Sagrera que en 1997 contactó con el dueño de una fábrica de textiles abandonada que veía desde su despacho. Cuando vio el espacio lleno de luz, se enamoró y se embaucó en una aventura que aún continúa, casi 20 años después de que abrió, a pesar de las precariedad de sus inicios. Actualmente, la Nau Ivanow es un equipamiento cultural especializado en las artes escénicas más que consolidado. No solo eso, es uno de los bastiones de la escena independiente barcelonesa. Recientemente, Basiana volvió a dejar a toda la ciudad boquiabierta tras la apertura del Espai 30 y la Nau Bostik, ésta última en el carrer Ferran Turné (ambos también en el distrito de Sant Andreu). Cuando las tareas del Consistorio son insuficientes para llevar cultura a los barrios alejados del centro, son imprescindibles personajes como él, que impulsen proyectos que, claramente, dan cauce a propuestas artísticas que de otra forma no verían jamás la luz.

Honduras, 28-30

La Villarroel

Otro espacio pequeño en dimensiones pero grande en producciones, también con un escenario central. Un vecino más del ensanche izquierdo de la ciudad, que con el resurgimiento repentino de Sant Antoni no ha hecho sino crecer en audiencia. Y es que como en Gràcia, aquí la oferta para cenar antes o después del teatro, no hace sino crecer. Y si además, las puestas en escena son buenas, el combo es de ponerse de pie. Producciones propias, la mayoría de ellas en catalán, de autor y de carácter social. También se presentan aquí, de vez en cuando, recitales de música.

Villarroel, 87