Miquel Barceló y lo que va de «Fausto» a la última de Tarantino

El artista mallorquín entrega la edición ilustrada de la segunda parte de la obra de Goethe

Barceló, fotografiado ayer en Barcelona Efe

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Explica Miquel Barceló (Felanitx, Mallorca, 1957) que cuando cae en su manos el encargo de convertir en imágenes un libro, un volumen casi siempre clásico como esa «Divina comedia» que firmó en la década pasada o ese «Fausto» (Galaxia Gutenberg) del que acaba de entregar la segunda parte, lo último en lo que piensa es en ilustrar. «No sabría como hacerlo», reconoce.

Lo suyo, añade, consiste más bien en acompañar. O en releer. O, llevándolo todo a ese extremo en el que le que el mallorquín acostumbra a alumbrar sus creaciones, en «fabricar el objeto libro» y dejar que sus aquí inusualmente coloridas y vívidas ilustraciones se fundan con las palabras que Goethe encadenó en 1832, más de dos décadas después de ver publicada la primera parte de la tragedia romántica. «No hay imágenes que sirvan para ilustrar, sino que todo el libro es un objeto trabajado, con manchas de color y dibujos por delante y por detrás…», relata Barceló, que el año pasado ya presentó su edición de la primera parte, la de la venta del alma y las transacciones mefistotélicas.

«Todo el mundo conoce la primera parte pero la segunda… La segunda explota en todas direcciones. ¿ Sabes la última película de Tarantino? Pues Goethe hizo lo mismo: es como una película posmoderna en la que mete todo. Hay bromas, hay tragedia, se casa con Helena de Troya, viaja por el mundo, inventa el dinero, la usura… Va en todas las direcciones al mismo tiempo», relata. «Si el primer libro es Shakespeare, el segundo es la Biblia», añade sobre una obra que, dice, anuncia a Philip K . Dick y a Verne, los viajes en el tiempo y los bebés probeta.

Una de las ilustraciones de Barceló para las segunda parte de «Fausto» MIQUEL BARCELÓ

Quizá por eso en esta nueva edición crece el número de ilustraciones (de las 70 de la primera parte a las 74) y la paleta pictórica que maneja Barceló se vuelve mucho más intensa. Un colorido que el artista relaciona no tanto con el propio texto como con el hecho de que la mayoría de acuarelas estén realizadas a caballo entre Tailandia e India, destinos en los que busca escapar del frío parisino ahora que su casa de Malí ha quedado cercada por extremismo yihadista. «Es todo tan intenso que para estar al nivel de uno sube el tono; es como acabar gritando para hacerse oír en una sala en la que todo el mundo habla a volumen muy alto», explica.

Lector voraz y artista capaz de manejar en una misma conversación guiños a Charles Bukowski, Raymond Roussel y Paul Bowles y recuerdos a esas termitas que le comían el papel cuando trabajaba en África, confiesa Barceló que uno de los libros con los que les le gustaría trabajar es «El tiempo recobrado», el último volumen de «En busca del tiempo perdido» de Proust. El momento, sin embargo, aún no ha llegado. «Tengo que ser más mayor», reconoce. Sí que se ha atrevido, en cambio, con «La metamorfosis» de Kafka, lectura iniciática que verá la luz próximamente en edición ilustrada para la francesa Gallimard. «Es su momento me impactó mucho, pero ahora me lo he releído como una historia muy cómica», desvela.

En su agenda más inmediata destacan también exposiciones en Málaga, Nueva York y Japón, performances músicopictóricas junto a Pascal Comelade. Ni rastro, sin embargo, de proyectos de futuro en Barcelona, ciudad en la que, por no tener, ya no tiene ni galerista ni, dicho sea de paso, demasiados motivos artísticos para dejarse caer por la ciudad «En París puedes ver a Francis Bacon y en Madrid dibujos de Goya, pero hace tiempo que aquí no hay una exposición importante que sólo se pueda ver aquí», subraya.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación