La fiesta terminó en la estación de Paseo de Gracia
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Organizan una fiesta ilegal en pleno Metro de Barcelona

Los Mossos investigan la quedada, que transcurrió entre dos estaciones y que contó con altavoces, "botellón" y actos vandálicos

Barcelona Actualizado: Guardar
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Los Mossos d'Esquadra investigan quién convocó y participó en una fiesta ilegal en el Metro de Barcelona la noche y madrugada del 16 al 17 de enero, entre las estaciones de Jaume I y Passeig de Gràcia de la Línea 4, a la que habrían concurrido decenas de personas.

Fuentes de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) han informado hoy de que la fiesta se convirtió en un "botellón vandálico", en el que los participantes bebieron alcohol, realizaron pintadas en los convoyes y estaciones y atemorizaron a empleados y pasajeros a lo largo del recorrido.

Al parecer, la fiesta fue convocada a través de las redes sociales. Los jóvenes se reunieron en una plaza cercana a la estación de Jaume I, en donde montaron un "botellón" antes de entrar en masa a la parada.

Una vez dentro, siguieron bebiendo y empezaron a animar la fiesta con altavoces y música alternativa a todo volumen por sorpresa de los usuarios del convoy.

Las decenas de jóvenes que participaron en el acto vandálico estuvieron golpeando el techo de los vagones y algunos de ellos orinaron en las vías y en otros espacios de las instalaciones. También realizaron pintadas y grafitis sin control. Además, cuando los vigilantes de seguridad intentaron llamar la atención a los asistentes, éstos fueron abucheados, según ha explicado un asistente a la "rave" ilegal a través de un blog en Internet.

Al menos 400 euros en desperfectos

La estimación económica de los daños causados por los asistentes a la fiesta ilegal no se ha establecido totalmente pero, por el momento, se han contabilizado en más de 400 euros, una cantidad a la que se deberá sumar el coste de la limpieza de las pintadas.

TMB ha presentado una denuncia formal por estos hechos y ha asegurado hoy que exigirá la "máxima severidad" a nivel administrativo y también penal para los participantes en la fiesta al considerar que se convocó "para hacer daño" a este transporte público.

Por su lado, el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, ha condenado este jueves la 'macrofiesta'. "La ciudad está para disfrutarla y no para cometer actos vandálicos. No sólo causaron molestias entre los usuarios y los trabajadores, sino que también provocaron destrozos", ha denunciado.

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