Una interventora cuestionó el alquiler de Trias a los okupas

La gestión del Ayuntamiento de Barcelona en el conflicto del banco expropiado de Gracia, y especialmente el hecho de que el exalcalde convergente Xavier Trias estuviera pagando el alquiler del local -junto a tasas de la basura y el Impuesto sobre Bienes Inmuebles- durante meses, sigue levantando polvareda. Ayer se supo que una interventora municipal cuestionó que el contrato de alquiler de Trias cumpliera con los criterios de «interés público» que exige la Ley de Patrimonio de las Administraciones Públicas.

El informe, que ayer avanzó Efe, estaba firmado por la interventora municipal adjunta del Ayuntamiento y dudaba sobre los argumentos públicos que había detrás del polémico contrato de alquiler, un cuestionamiento que va en la línea de lo que cree la Fiscalía, que recientemente anunció que abría una investigación

para averiguar si Trias cometió un delito de malversación por pagar con fondos públicos este alquiler.

Los responsables de Patrimonio y de los Servicios Jurídicos del Área de Recursos del consistorio presentaron formalmente una respuesta en la que se desestimaban los argumentos de la interventora alegando que las «particulares circunstancias de esta contratación» lo hacían viable. El documento, que finalmente firmó la interventora, concluía puntualizando que el alquiler sería de un año porque era tiempo suficiente para encontrar un emplazamiento alternativo.

Acoso al propietario

Con el mensaje «¿Dónde está Manuel Bravo Solano? Quedamos a las 18h en los Jardinets de Gracia y vamos a descubrirlo», el colectivo okupa volvió a concentrarse ayer en el centro de la ciudad, en un acto reivindicativo que pretendía intimidar al propietario del inmueble que fue desalojado hace ya doce días, una marcha con un escrache que terminó sin grandes incidentes y con una decena de escaparates de tiendas de lujo pintadas, frente a las que gritaron «Menos tiendas de lujo y más bancos expropiados» o quejas contra el Ayuntamiento, entre otros.

Unos 150 manifestantes se dirigieron hasta un céntrico edificio del paseo de Gracia, en el que supuestamente tiene la sede la inmobiliaria Antartic Vintage S.L. Con máscaras con la cara de Bravo, cánticos y pancartas contra él -a quien el colectivo tilda de «oscuro especulador»-, los jóvenes le gritaron desde un megáfono que «hemos venido a decirte que volveremos al banco». Tras media hora allí, los manifestantes regresaron a Gracia, donde fueron hasta las puertas del banco.

Más allá del acto de ayer, el colectivo sigue avisando de que no parará de movilizarse hasta que no vuelva al banco expropiado y ayer anunció una nueva manifestación para mañana por la tarde en la plaza de la Virreina.