Barcelona dedica una placa y una calle a Ana María Matute

El Ayuntamiento homenajea a la escritora, fallecida en 2014, con una placa conmemorativa en la casa en la que vivió y forjó su universo literario

El hijo de Ana María Matute, Juan Pablo Goicoechea, el teniente de alcalde Joan Subirats y el concejal Albert Batlle, aplauden la nueva placa dedicada a Matute ICUB

ABC

Nueva deuda pendiente y, desde esta semana, nueva deuda también saldada. El Ayuntamiento de Barcelona parece haberle cogido el gusto a los homenajes póstumos y, tras recordar en los últimos días a Jaime Gil de Biedma y Carlos Ruiz Zafón, ha inaugurado este martes una placa en recuerdo de la escritora Ana María Matute, fallecida en 2014. La placa se ha instalado en la fachada del edificio en el que vivió la autora de 'Olvidado rey Gudú', en el número 20 de la calle Platón, en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi.

«Su universo literario se forjó aquí», ha destacado la editora de Matute y profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona, María Paz Ortuño, portavoz de la familia en un acto en el que también han participado el teniente de alcaldía de Cultura, Educación, Ciencia y Comunidad, Joan Subirats; el concejal del distrito, Albert Batlle; el hijo de la escritora, Juan Pablo Goicoechea; y numerosos familiares y amigos.

«Es algo que la ciudad de Barcelona le debía a una de las mejores escritoras en lengua castellana y que siempre se sintió de la ciudad y catalana», ha añadido Ortuño. Matute, ganadora de los premios Planeta (1954), Nadal (1959) y Cervantes (2010), fue la cuarta mujer en ingresar en la Real Academia Española de la Lengua.

Todo empezó, ha recordado Ortuño, en aquella casa en la que, siendo una niña, Ana María Matute escribió sus primeros cuentos. Ahí vivió la literatura, cimentó su universo literario y «desde allí se dirigió a entregar su primer manuscrito», ha dicho.

Marcada por la posguerra y el pesimismo, por las luces y sombras de la infancia, la autora de 'Paraíso inhabitado' llenó pronto sus historias de príncipes, hadas, magos y castillos. No es casualidad que su nombre sea uno de los que marcarán la primera edición del festival de literatura fantástica 42 que acogerá Barcelona el próximo otoño.

Y como no hay dos sin tres, el Instituto de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona (ICUB) ha confirmado que en los próximos días se materializará el cambio de nombre de calle Ramiro de Maeztu, que pasará a llamarse Ana María Matute.

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