La verdadera fractura del 'procés': división y radicalización interna

Un estudio de SCC constata el distinto impacto del secesionismo según la lengua materna y los medios de comunicación que se consumen

Los catalanohablantes radicalizan su posición respecto al sentimiento de pertenencia mientras que los castellanohablantes apenas la cambian

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El proceso soberanista quería desgajar Cataluña de España , una pretensión que no solo se ha demostrado frustrada sino que ha provocado por contra una mayor división en el seno de la sociedad catalana: el quebranto interior antes que la separación. Es lo que la entidad constitucionalista Sociedad Civil Catalana (SCC) denomina como «fractura interna», una verdad incómoda para el secesionismo y que se demuestra a través de un informe según el cual el proceso independentista, particularmente en sus años decisivos, ha generado un deslizamiento de los grupos de población que, entre otras características, usan el catalán de forma mayoritaria o se informan únicamente a través de medios regionales, hacia posturas más radicalizadas. Frente al mito secesionista de ser un movimiento transversal y que cohesiona a la sociedad catalana, la realidad de un ‘procés’ que encrespa y divide.

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Es lo que constata el informe ‘Mapas de la fractura en Cataluña: voto, lengua, renta y medios de comunicación (2006-2021)’, donde se demuestra que la heterogeneidad que caracteriza la sociedad catalana no se corresponde con el grupo que de manera mayoritaria apoya la secesión. Es decir, en contraste con una sociedad diversa , el apoyo a la secesión es patrimonio de grupos determinados, que además han ido radicalizándose.

Junto al desigual apoyo al ‘procés’ según el territorio –más apoyo en las zonas rurales frente a las urbanas –, el informe de SCC constata que el consumo de determinados medios de comunicación así como la pertenencia al grupo lingüístico es determinante para calibrar el grado de apoyo al independentismo.

Así, si se toma el grupo de personas que declaran tener el castellano como lengua materna y dicen informarse a través de medios no regionales (un grupo en el que que se encuadra el 42,6% de la población), los independentistas apenas son el 16,7%. En el otro extremo, en el grupo de personas con el catalán como lengua de origen y que se informan a través de TV3 y Catalunya Ràdio (el 23,3% de los catalanes), el apoyo a la secesión es masivo, alcanzando el 85,8% de este segmento. En una posición intermedia, entre quienes tienen el castellano como lengua materna y ven medios regionales la secesión es apoyada por el 58,8%, mientras que quienes señalan el catalán como lengua materna y ven medios no regionales, la cifra es del 60,9%.

Otra de las conclusiones del informe de SCC es la demostración de que los años del ‘procés’ han sido un acelerador de tendencias, una radicalización de posturas que ha acrecentado la distancia entre los distintos grupos lingüísticos . Entre el 38,5% de catalanes que declaran el catalán como primera lengua, el apoyo a la independencia supera el 75%, con picos por encima del 80% en periodos puntuales, como el posterior al referéndum de octubre de 2017. Por contra, entre la población que dice tener el castellano como primera lengua (55,6%), los independentistas no superan en ningún caso el 30%.

Muy significativo es también el hecho de que entre quienes se consideran catalanohablantes, el sentimiento de identidad dual (declararse tan catalán como español) cae de manera significativa en los últimos años, mientras que se dispara el grupo de quienes dicen sentirse solo catalanes, con aumentos muy significativos durante el periodo previo a las elecciones de noviembre de 2012 –convocadas a rebufo de la primera gran manifestación de la Diada –, y alrededor del referéndum ilegal de 2017. Por contra, el grupo de quienes se declaran como solo españoles se mantiene relativamente estable. Las conclusiones son claras, mientras que los castellanohablantes apenas han modificado su posición respecto a su identidad nacional en los últimos años, son los catalanohablantes quienes sí han realizado un cambio sustancial, un proceso de desapego acelerado con respecto a España.

Los jóvenes se descuelgan

Otra característica que recoge el informe de SCC alude al posicionamiento ideológico entre los distintos grupos lingüísticos, que si antes del ‘procés’ eran prácticamente idénticos, ubicándose en la misma posición en el eje izquierda-derecha , con el ‘procés’ se distancian.

Es en 2014, en el momento álgido del proceso soberanista, cuando quienes tienen el castellano como lengua materna «se derechizan», un posicionamiento que perdurará en los siguientes años, marcando una distancia ideológica ahora paralela también a la lengua. Para SCC, se traya de un «fenómeno explicable por el posicionamiento diferencial de los partidos autonómicos de derecha e izquierda durante el ’procés’», de manera significativa elPSC, incluso favorable al derecho a decidir, durante los años iniciales del proceso.

Este último factor, la lengua, marca también diferencias con respecto al nivel de ingresos declarado: más renta para quienes señalan el catalán como lengua materna, menos renta para el castellano. Por lo que respecta a la edad, y tal y como detectan otras encuestas, son los más jóvenes quienes con más claridad se distancian del proceso secesionista.

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