Stop top manta

Los últimos episodios relacionados con la venta ambulante ilegal en Barcelona, con una intolerable agresión a un turista, solo hacen que recordar que el top manta es un grave problema y que con la llegada a la alcaldía de Ada Colau se ha gravado de forma exponencial. Ahora mismo ocupa gran parte de las Ramblas, plaza Cataluña, Vila Olímpica, paseo de Gracia o calle Pelayo e incluso en el Puerto el despliegue es de tal magnitud que un tranquilo paseo no se puede hacer si no es con gran dificultad. La imagen es esperpéntica y vergonzosa: la policía portuaria o a los Mossos d’Esquadra pasean pero los manteros no se inmutan.

El problema es de mayor profundidad y complejidad de lo que puede parecer en un primer momento. El top manta hace competencia ilegal al pequeño comerciante que paga sus impuestos y tasas y también a los grandes establecimientos que generan muchos puestos de trabajo, con lo que supone un agravio que perjudica a todos los empresarios que cumplen con sus responsabilidades con la administración.

Además, hay toda una serie de graves delitos ante los que no podemos taparnos los ojos: un delito contra la propiedad intelectual y un delito económico, porque exponen falsificaciones y su venta en la calle supone un fraude fiscal. También hay un delito de las mafias que explotan a muchas de las personas, que están en la calle vendiendo esos productos abusando de su situación de ilegalidad o irregularidad en nuestro país, y que se dedican a la falsificación de productos.

Por si esto fuera poco, tenemos también una grave falta administrativa que al Ayuntamiento y a la Guardia Urbana poner solución, que es la ocupación del espacio público sin ningún tipo de autorización. Según qué colectivos o entidades se encuentran con todo tipo de trabas para realizar cualquier actividad en la vía pública pero con los amigos de Podemos el top manta tiene manga ancha para ocupar la calle donde y cuando quiera.

Todo esto genera una sensación de impotencia e indignación entre el sector comercial, económico y empresarial de la ciudad que ningún político, y menos la alcaldesa, puede ignorar. Hay que proteger y cuidar a nuestros comerciantes y a quienes generan puestos de trabajo en la ciudady además tienen que sentir y notar ese respaldo.

Por ello, hay algunas medidas que se podrían llevar a cabo: intervención de la Guardia Urbana como policía administrativa para desalojar la vía pública por no tener permiso para su uso y ocupación (que tampoco lo podrían tener por realizar una actividad ilegal) y requisar el material que se expone a la venta. Por parte de los Mossos se puede requisar, de oficio, el material que se vende por ser productos falsificados e intensificar el trabajo contra las mafias que distribuyen este tipo de material. También es muy importante, es necesario un nuevo convenio de coordinación entre Urbana, Mossos y Policía Portuaria para que actúen de forma firme y decidida para erradicar el top manta. Hay que actuar sin complejos, con respeto a la ley y velando por nuestro comercio, nuestra economía y la buena convivencia en nuestros barrios.