«Science» dedica su portada a una investigación española sobre la enfermedad de pian

La prestigiosa revista científica retrata en sus páginas centrales el plan del científico Oriol Mitjà para erradicar esta patología tropical del planeta

El investigador Oriol Mitjà lleva años intentando erradoicar la a ABC

E. A.RMORA

La investigación sobre la enfermedad tropical de pian es portada hoy de la revista científica norteamericana «Science» , que dedica sus páginas centrales a retratar el trabajo del equipo de Oriol Mitjà para erradicar esta enfermedad.

Este investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) trabaja desde hace ocho años en la isla de Lihir (Papúa Nueva Guinea) para erradicar esta enfermedad tropical que produce úlceras cutáneas causadas por bacterias.

Oriol Mitjà llegó en 2010 a Papúa Nueva Guinea sin conocer el pian y, al ver que esta enfermedad afectaba a gran parte de los niños de la isla causando un gran sufrimiento, se dedicó por completo a estudiarla.

«Science» titula su reportaje como « Matadragones» (Slayer of dragons, en inglés), en referencia al valor mostrado por el equipo de Mitjà para combatir el pian, informa Efe.

Perfil humano del científico

Además de hacer un repaso de los hallazgos científicos más destacados, el artículo descubre un Oriol Mitjà muy humano que tiene que superar las dificultades propias de trabajar en países en desarrollo.

El artículo acaba recordando la ceremonia de entrega del premio «Catalán del Año 2016» que Mitjà recibió hace unos meses y concluye que «a pesar de que el pian es muy conocido en Cataluña, en el resto del mundo continúa siendo tan desconocido como hace ocho años».

La bacteria «Treponema pallidum pertenue», causante de la enfermedad de pian, y el «Haemophilus ducreyi» son los agentes causantes de cerca del 60 por ciento de las úlceras cutáneas, pero una tercera parte de las personas afectadas no son portadoras de ninguna de las dos.

Por este motivo, ISGlobal e IrsiCaixa , ambos centros de investigación impulsados por la Fundación «la Caixa», iniciaron un estudio conjunto que tenía como objetivo averiguar qué otras bacterias eran las causantes de las úlceras.

Muestras de úlceras

Para ello, analizaron 122 muestras de úlceras infantiles recogidas en Lihir entre 2013 y 2014. Mediante el uso de t écnicas de secuenciación masiva , detectaron centenares de especies bacterianas diferentes, demostrando la gran diversidad microbiana en las úlceras cutáneas.

De éstas, la bacteria «Haemophilus ducreyi» era la más abundante en un 23 por ciento de las muestras, el «Treponema pallidum pertenue» en un 16 por ciento, el «Streptococus dysgalactiae» en un 12 por ciento, el «Arcanobacterium haemolyticum» en un 8 por ciento y el «Corynebacterium diphtheriae» en un 8 por ciento.

«Estos datos confirman la complejidad del síndrome de la úlcera tropical y nos proporcionan información relevante para el proceso de erradicación», ha explicado Marc Noguera-Julián , investigador del grupo de Genómica Microbiana de IrsiCaixa.

«Además, son una prueba de como las técnicas de secuenciación masiva serán fundamentales en el estudio de las enfermedades infecciosas en el siglo XXI», añade el investigador.

Borrar la enfermedad del planeta en 2020

Un estudio dirigido por Mitjà y publicado el pasado febrero en la revista «The Lancet» demostró que el actual tratamiento antibiótico validado por la OMS para erradicar la enfermedad sigue siendo eficaz pero es «insuficiente». la investigación concluía que para que desaparezca definitivamente esta dolencia infecciosa del planeta en 2020 será necesario administrar más de una ronda de tratamiento antibiótico masivo y controlar de cerca posibles resistencias.

En 2012, Oriol Mitjà estableció que una sola dosis de azitromicina era suficiente para curar la enfermedad en niños, lo que sentó las bases de la estrategia de la OMS para erradicarla en 2010 . La investigación publicada a comienzos de 2018 en «The Lancet» demuestra que para lograr ese objetivo deberán administrarse entre dos y tres rondas de tratamiento en intervalos de entre 6 y 12 meses.

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