Cambio de aires en Montserrat

«El milenario es la oportunidad de proyectar Montserrat al futuro», afirma el nuevo abad, Manel Gasch

El nuevo abad, postrado en el suelo durante su misa de bendición MONTSERRAT

Miquel Vera

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El nuevo abad de Montserrat, Manel Gasch , tiene un objetivo: reimpulsar la popularidad y la influencia del monasterio que acoge La Moreneta, patrona de Cataluña, para conectarlo más con la sociedad antes de 2025, momento en el que la comunidad benedictina cumplirá mil años de existencia. Así lo expresó el clérigo durante la Misa de bendición que tuvo lugar el pasado miércoles, y a la que asistió el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, entre otras autoridades civiles y eclesiásticas.

«El milenario es la oportunidad de proyectar Montserrat al futuro» , aseguró Gasch tras estrenarse como abad en una celebración solemne en la que evitó los mensajes interpretables políticamente para centrarse en los retos espirituales que encara la abadía. El sacerdote, que hoy se reunirá con los benedictinos de España y Portugal en un encuentro ‘ibérico’ de la orden en Montserrat, prometió mantener una actitud de «escucha», un mensaje dirigido también a sus ‘hermanos’, el resto de miembros de su comunidad que le eligieron como abad el pasado mes de septiembre en una votación interna. Montserrat es un monasterio, pero es mucho más que eso, vino a decir consciente de que su primera intervención sería analizada con lupa.

A partir de ahora, el reto de del nuevo responsable del popular monasterio será conservar la atracción de Montserrat una vez pasado el parón de la pandemia. No en vano, la crisis sanitaria congeló las visitas y las peregrinaciones y sumió el santuario en una tranquilidad total que ni los monjes más ancianos recordaban ya.

Cabe señalar que el monasterio es, junto a la basílica de la Sagrada Familia, uno de los pocos lugares en los que se sigue observando un catolicismo enérgico en una Cataluña en pleno proceso de secularización. Esta vitalidad casi a contracorriente queda patente en la elevada afluencia de feligreses que hay en las misas. De hecho, mientras que en la mayoría de las iglesias de la comunidad cada vez hay menos practicantes, tanto en el santuario mariano como en el templo de Antoni Gaudí hay colas para participar en la eucaristía. Mantener esa vitalidad será una de las metas del nuevo Abad .

Otro de los objetivos que parece esbozar Gasch es el de apartar a partir de ahora el templo de la refriega política. «Los monjes benedictinos no son un partido político que tenga que defender ideas, aunque sean legítimas» , señaló el abad, de 51 años, en su primera entrevista, concedida a Ràdio Estel, emisora propiedad del Arzobispado de Barcelona. A su parecer, el monasterio debe ser un lugar en el que todo el mundo pueda sentirse cómodo e identificado, un cambio de estilo con respecto a sus predecesores, más dados a utilizar el simbolismo y la influencia que para parte del catalanismo sigue teniendo el santuario.

El nuevo abad

Nacido en Barcelona en 1970, Manel Gasch se unió a la comunidad benedictina en 1996, tres años después de acabar sus estudios de Derecho en la Universidad de Barcelona. Ya en el monasterio, comenzó su formación en teología, que completó especializándose en dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma en 2005. Desde entonces, es profesor en el Estudio Filosófico y Teológico de Montserrat. En 2011 fue ordenado también sacerdote y fue designado Mayordomo-Administrador del Monasterio. El nuevo abad también fue Prefecto de la Escolanía, cuyos niños cantantes son otro de los grandes atractivos de un santuario que, tras más de veinte años dirigido por Josep Maria Soler, se prepara ahora para cambiar de aires.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación