Hace dos años el gobierno catalán anunció la creación de una guardia de «seguridad institucional» diseñada para proteger al presidente de la Generalitat, en aquel momento Quim Torra, a los expresidentes y a la consejera de la presidencia. Ahora, Pere Aragonès ha puesto fin a esta suerte de 'guardia presidencial' autónoma y su escolta volverá a estar en manos del Departamento de Interior.
Según informa este sábado La Vanguardia, próximamente se creará una gran división de escoltas de los Mossos d'Esquadra que tendrán la función de integrar tanto la protección del presidente catalán como del resto de autoridades de la comunidad. Este nuevo destacamento dependrá orgánicamente del director general de la Policía, Pere Ferrer, lo que supone que el servicio dejará de funcionar de forma independiente controlado únicamente por el equipo de Presidencia.
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