Un conserje amordazado, un robo de 500.000 euros a un empresario a punta de pistola y una huida por los tejados

DETENIDOS POR LOS MOSSOS

El Grupo Especial de Intervención 'caza' a los asaltantes en un edificio de Hospitalet (Barcelona) con la ayuda de un dron

Los Mossos frustran el secuestro de un hombre y una mujer en un piso de Barcelona donde había «herramientas y armas»

Visión aérea del dron que capta la intervención del GEI para detener a los asaltantes MOSSOS d'esquadra

Elena Burés

Barcelona

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Faltaban pocos minutos para las ocho de la mañana. Un hombre salía de su casa para dirigirse a su trabajo de conserje cuando, de repente, un individuo lo encañonó. Con la pistola en la cabeza, le preguntó en qué piso vivía uno de los vecinos. «El vecino era un empresario», explica a ABC el inspector de los Mossos d'Esquadra Josep Naharro.

Al empleado lo maniataron y amordazaron con cinta aislante en el mismo edificio y dos asaltantes fueron en busca de su objetivo. Al empresario lo abordaron cuando salía del inmueble para recoger el periódico. De nuevo: pistola en la cabeza. Querían dinero. Habían escogido con antelación a la víctima, apunta Naharro, jefe de la División de Investigación Criminal (DIC) en Barcelona. ¿Cómo? Alguien pudo dar el chivatazo a los ladrones. Sabían a quién buscaban.

Del interior de su vivienda, en la zona alta de Barcelona, sustrajeron 500.000 euros en joyas. Relojes de alta gama, anillos de oro, pendientes y diversos collares con piedras preciosas. También unos 25.000 euros en efectivo. Con el botín, salieron del edificio. Allí les esperaba un cuarto integrante de la banda, que ejercía labores de vigilancia.

Ocurrió el pasado 12 de diciembre en una finca de Sarrià-Sant Gervasi. Fue así como se puso en marcha una investigación para detener a los cuatro implicados. Hombres de entre 30 y 33 años, originarios de Suramérica. «Son recién llegados. Se habían desplazado a Cataluña para delinquir y hacer de los robos su 'modus vivendi'», sostiene el mando.

La Policía catalana había detectado un aumento de robos con fuerza en domicilios de la zona, pero no violentos como este, puntualiza Naharro. «Se trata de algo fuera de lo común». Armados y con un objetivo definido. Por este motivo, la peligrosidad de los sospechosos, el dispositivo para su detención ha contado con el Grupo Especial de Intervención (GEI).

Fue este miércoles, 26 de abril, cuando los Mossos explotaron la operación. De madrugada, efectivos de la unidad de élite asaltaron la vivienda de los sospechosos. Un edificio en construcción en Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Pese al despliegue, uno de los individuos decidió huir por el tejado. Aún era noche cerrada y creyó ver una oportunidad.

La vía de escape la frustró el dron de los agentes. La cámara térmica del aparato tardó poco en localizar al fugado. Con los cuatro bajo custodia, llegó el registro del inmueble. Allí los funcionarios encontraron varios objetos robados -entre ellos, parte de las joyas- pero también droga. «Podíamos haber explotado antes la operación», apunta Naharro, pero prefirieron atar todos los cabos. Ser minuciosos permitió a los investigadores relacionar a los asaltantes con otra actividad delictiva: el tráfico de drogas.

A prisión

Las pesquisas dieron sus frutos también durante el registro de la vivienda, donde localizaron MDMA, éxtasis y metanfetamina. En el espacio también guardaban una pistola simulada y cinta aislante. ¿Las armas empleadas en el asalto del conserje y el empresario eran reales? «Localizamos munición real», detalla el inspector, por lo que sería una posibilidad.

Tras pasar este viernes a disposición del Juzgado de Instrucción 13 de Barcelona, los cuatro individuos han ingresado en prisión provisional, acusados de robo con violencia, detención ilegal y delitos contra la salud pública.

El balance de detenidos por robos con fuerza en domicilios de Sarrià-Sant Gervasi en los últimos cuatro meses, desde que se desplegó un dispositivo de prevención, es de 28.

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