Artes&Letras

TAC, veinte años no son nada

El Festival de Artes de Calle de Valladolid festeja su aniversario con un atractivo programa de danza contemporánea, teatro gestual en su mayor parte y propuestas circenses

La Plaza Mayor repleta de público durante un espectáculo del TAC ICAL

JOSÉ GABRIEL ANTUÑANO

Veinte años en la vida de una persona marcan un corto recorrido vital, pero en un festival, como el Internacional de Teatro de Artes de Calle, el TAC, es un hito que pocos pueden lucir. En el TAC no solo cuenta el paso del tiempo, sino el prestigio nacional e internacional que cada edición consigue que posea mayor relevancia, al tiempo que es uno de los reclamos turísticos más importantes de la ciudad de Valladolid.

Guardo en mi memoria una conversación con el director del evento, Javier Martínez, mantenida hace más de veinte años, cuando me comentaba con desazón cómo desde la alcaldía le habían instado a cambiar la programación: reducir los fastos de carnaval y organizar un festival popular en mayo. Al mal tiempo de un Carnaval consolidado en Valladolid, Javier Martínez le puso el ingenio de inventarse un Festival de Calle, que empezó de forma modesta, hasta consolidarse en un evento de referencia, tanto por la variedad como por la calidad de la oferta, y la ocupación de espacios.

Los datos de las 19 ediciones precedentes hablan por sí mismos: dos millones cuatrocientos mil espectadores, aproximadamente, de los cuales un buen número abonan su entrada para asistir a un espectáculo organizado en recinto cerrado. 726 compañías, con una proyección creciente y más calidad en sus propuestas; 3.611 espectáculos; 180 estrenos (nacionales y absolutos) y medio centenar de países participantes de los cinco continentes. Se suman a estas cifras, un hecho relevante, la presencia de programadores de otros festivales y expertos para seguimiento del TAC.

La edición de 2019, entre el 18 y el 26 de mayo cuenta con un programa muy atractivo de danza contemporánea, teatro gestual en su mayor parte y circo, que se podrán ver tanto en la calle como en tres salas: Teatro Calderón, LAVA y Teatro Zorrilla, además de en los recintos con gradas, situados en plazas y diversos cruces de caminos de la ciudad.

Los datos de las 19 anteriores ediciones: 2,4 millones de espectadores, 726 compañías, 3.611 espectáculos

Programación variada, para todos los gustos, pero ocasión única para asistir a propuestas de circo contemporáneo, una rara avis en España. Espectáculos sin animales, pero que conservan la variedad, el arrojo, la incertidumbre y la sorpresa inherentes al circo. Una especie, la del circo, que durante unas décadas ha perdido presencia, pero que gracias, sobre todo, a las escuelas de circo implantadas en Francia se ha reconvertido, para atraer a un público amigo del riesgo y la admiración del más difícil todavía.

La presente edición acoge el primer Encuentro de Escuelas de Circo promovido por la compañía vallisoletana Freak Cabaret Circus, en el que también participarán otras cuatro escuelas: una excelente iniciativa, de la que es de esperar que se obtengan unas conclusiones que potencien esta actividad en el panorama espectacular español. Destacan, además, A simple space de la compañía australiano-francesa Gravity & Others Myths, en el LAVA, y Là de Baro D`Evel, coproducción franco-española. La danza contemporánea cuenta con una oferta variada, en la que sobresale Matarile (Ana Vallés y Baltasar Patiño) con Limones, la nieve y todo lo demás, en el LAVA. Los aficionados al teatro gestual tendrán la oportunidad de ver, asimismo en el LAVA, a la compañía belga Mossoux Bonté con The great he goat, entre otros espectáculos.

La programación acoge el primer encuentro de escuelas de circo, promovido por la compañía Freak Cabaret Circus

En lugar destacado, e inaugurando el TAC, el creador flamenco Jan Lauwers visita Valladolid por tercera vez con un espectáculo emblemático, La chambre d’Isabella, una propuesta interdisciplinar, donde conviven bailarines, actores y performers en un mismo espacio, articulados por la excepcional actriz Viviane de Muynck, que ofrece un maravilloso recital sobre el escenario. Lauwers, que pese a la espectacularidad y performatividad de sus propuestas, le gusta contar historias, aquí no se resiste a recopilar los recuerdos relacionados con su padre, fallecido fechas antes de la elaboración de este montaje. Pero La chambre d’Isabella es algo más que el homenaje de un hijo; es una reflexión sobre la condición humana, que inscribió en la trilogía Sad face, de la que se vio en el marco del TAC, años atrás, Le bazar de l’homard.

Señalar, por último, el reconocimiento a la intérprete vallisoletana, Cristina Calleja, de calidad indiscutible, poco reconocida, con la recuperación de El Comediante, «un proyecto -en palabras de uno de sus creadores, David Moreno- que nace con el deseo de ir un paso más allá en sus retos creativos. Un lienzo en blanco, una búsqueda profunda y sincera de aquello que define al destinatario de la propuesta. Creemos en la inspiración del artista y en el oficio del artesano. La nuestra es una obra coral donde todo es lo más importante». Las compañías de Valladolid tendrán su espacio propio en la programación de la Estación Norte, que cuenta con Kull D’Sac, La Nave, Nuevo Fielato, Xtrañas Producciones, Proyecto Tá-17 y Los Colochos, Lola Eiffel & RAIO y el Coro Lírico Calderón.

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