Universidad de Valladolid

El latido de una ilusión

La Universidad de Valladolid celebra la primera edición de sus «Encuentros de Verano», una reflexión sobre la actualidad desde una perspectiva académica y cultural

De izquierda a derecha, Carmen Vaquero, Javier Solana, Antonio Largo Cabrerizo, Jesús Quijano y Carmen Herrero, en la inauguración de estos encuentros en el Palacio de Santa Cruz (Valladolid) HERAS

CRISTINA ROSADO

Políticas, económicas, sociales, la sociedad española y europea ha vivido grandes desilusiones en la última década que inciden aún hoy y que han sido revisadas para intentar extraer una enseñanza de ellas. En los jardines del Palacio de Santa Cruz de Valladolid, sobre un escenario diseñado por el Grupo de Investigación Arquitectura y Cine de la Universidad de Valladolid, políticos, escritores y académicos han conversado los días 18 y 19 de julio sobre la quiebra de algunas de las grandes ilusiones históricas y políticas, dentro de la primera edición de los Encuentros de Verano de la UVA.

El rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo Cabrerizo, afirmó que esta iniciativa surge porque la UVA tiene «una actividad cultural muy potente, pero se echaba en falta algo que potenciase la reflexión sobre temas de actualidad desde un punto de vista cultural y académico».

Coordinados por Carmen Herrero Suárez, profesora de Derecho Mercantil de la Universidad de Valladolid, estos encuentros se enfocan de una manera académica y transversal, ya que pretenden «girar en torno a una idea abordada desde diferentes ámbitos», según la UVA. En esta ocasión, ha sido alrededor del concepto de la ilusión, cómo ésta nace y se pierde. Tras el agradecimiento mostrado a los participantes por la vicerrectora de Comunicación y Extensión Universitaria, Carmen Vaquero, y por la coordinadora de los encuentros, Carmen Herrero, la jornada del 18 de julio arrancó con la intervención del exministro y exsecretario general de la OTAN, Javier Solana, presentado por el profesor de la UVA Jesús Quijano. Solana reflexionó sobre la quiebra de la ilusión de Europa tras las tensiones a las que la misma se ha visto sometida por la crisis económica o el Brexit, entre otras cuestiones, que han generado desilusión y desencanto en los ciudadanos europeos, para declararse «profundamente pro europeo» y animar a los españoles a «recuperar el espíritu europeo» porque «fuera de la UE hace mucho frío», dijo.

Escenografía diseñada por el Grupo de Investigación Arquitectura y Cine HERAS

Solana, que frente a esa pérdida de ilusión por el proyecto europeo, se considera «optimista» respecto al futuro de la UE, «lo que no quiere decir ingenuo ni naíf», resaltó la participación en las pasadas elecciones europeas como ejemplo para ese optimismo porque ha sido «la más alta que ha habido nunca». A su juicio, estamos «en una situación de tránsito muy interesante», en «un mundo globalizado que requiere instituciones globales» y en el que también «los problemas son globales y necesitan soluciones globales». En este sentido, recordó que lo que transmite a los alumnos de los cursos que imparte por todo el mundo es que deben ser «decentes» y tener esa visión de globalidad, porque «la política hoy ha perdido decencia» y porque hay que pensar en el impacto que nuestras acciones y decisiones van a tener en los demás: «Lo que hacemos aquí y lo que no, tiene repercusiones más allá, y recíprocamente», sostuvo.

Desigualdad económica

El exministro también repasó los retos a los que ha tenido y tiene que hacer frente la Unión Europea, como la crisis económica y el problema del Brexit de Reino Unido. Respecto a la primera, consideró que ha dejado «enormes heridas, la más tremenda la de la desigualdad, y esos son los problemas que hay que resolver; qué pasa con el bienestar, con el pacto social» o cómo, «con la economía nueva, con la digitalización, tendremos que ver cómo hacemos para que el empleo sea razonable y con sueldos altos y no bajos, y ahí es donde deberíamos poner las energías y cooperar todos en la misma dirección».

Al mismo tiempo, el que también fuera alto representante del Consejo para la Política Exterior y de Seguridad Común, y comandante en jefe de la Eufor, apuntó que España es el país de la Unión «que más crece» y abogó por acometer decisiones que afronten la desigualdad económica interna en nuestro país, pero también la externa.

En cuanto al Brexit, del que dijo que es «la mejor vacuna» para impedir que otros países quieran seguir la senda del Reino Unido, y tras criticar que el exprimer ministro David Cameron usara el referéndum sobre la salida de su país de la UE para concentrar el debate en ello y no en la crisis económica -de la misma forma que los políticos catalanes han hecho con la independencia en Cataluña para tapar los problemas económicos, a su juicio-, Solana aseguró que «espera que la razón se imponga», en un país como aquel, «que tenía unos funcionarios públicos y una clase dirigente que era modélica para mucha gente» y que «ha tirado todo ese prestigio por la borda». Un país donde «hoy es difícil encontrar un Churchill», un político «con altura de miras».

El escritor e historiador Pedro Olalla F. HERAS

Siguiendo con los análisis, y frente a la visión europeísta de Solana, el escritor e historiador Pedro Olalla, que reside desde hace 24 años en Grecia, ofreció su punto de vista sobre Europa y la gestión de la crisis griega. Muy crítico con las decisiones adoptadas por la UE por las consecuencias que han tenido sobre la población griega y también sobre la idea de democracia en la que fue su cuna, Olalla llegó a presentarse como candidato al Parlamento Europeo por Grecia en las listas del Frente Popular Unido (EPAM), partido que propone la salida de Grecia de la UE y la recuperación de la moneda nacional griega. Estas posturas defendió en los jardines del Palacio de Santa Cruz, recordando que, pese a estar de acuerdo con que «necesitamos esa voluntad global», la UE «es una estructura que está sirviendo al propósito de convertir el poder financiero de facto» en «un poder de iure», legalmente reconocido.

Tras basar su argumento en los datos económicos que han dejado los ajustes aplicados a Grecia por la crisis, como un paro juvenil del 55%, más de un millón de despidos en una población de 11 millones de habitantes, una rebaja de un 45% de las pensiones y el cierre de más de 300.000 empresas, abogó por «rescatar la política de verdad», que sirva para «conseguir que los recursos, la justicia y la libertad sean bienes para todos».

El final de su intervención supuso un intenso debate entre este escritor, helenista, profesor y cineasta y Javier Solana, a cuenta de la gestión que han realizado las instituciones europeas de la crisis económica, especialmente en Grecia. Olalla sostenía que dicha gestión supuso «la suspensión de la Democracia en Grecia», y Solana que era «un error» considerar «que hay una gran conspiración contra Grecia». Sin embargo, ambos coincidieron en la necesidad de acabar con las desigualdades y redistribuir la riqueza.

Los otros ponentes

1

HERAS

Luis Velasco: «Las crisis cíclicas son lecciones del pasado que no hemos aprendido y se repetirán»

El catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Valladolid, Luis Velasco, afirmó que las crisis económicas «son lecciones del pasado que no hemos aprendido» y que se repetirán: «A lo largo de la Historia, desde al menos el Siglo XVII, se han ido produciendo periódicamente diversas burbujas financieras que han generado la ilusión de los ciudadanos ilusos, animados por bribones, a veces con la connivencia de los gobiernos, y que han acabado casi siempre en desastres».

Velasco sostuvo que ya en el Génesis, «el mejor libro de economía», a su juicio, se cita «cómo José le interpretó el sueño de las vacas gordas y las flacas al faraón, hablando de economía cíclica y, desgraciadamente, esto es así».

Por ello, puso de manifiesto que «creo que con la perspectiva que da la Historia, los gobiernos y autoridades podían estar mucho más atentos para evitar este tipo de burbujas especulativas y evitar que los ciudadanos pierdan sus ahorros y luego, las consecuencias de crisis económica y recesión que suelen tener». Respecto a los «bribones», Velasco, apuntó que «lo que hay que hacer es detectarlos e impedir su actividad, y cuando hacen cosas ilegales, meterlos en la cárcel».

2

HERAS

Carlos Petit: «No puede decirse que la de Cadiz sea el fundamento de las libertades de la Constitución actual»

Carlos Petit, catedrático de Historia del Derecho de la Universidad de Huelva, presentó una lectura de la Constitución de Cádiz de 1812 alejada de la habitual concepción celebrativa ligada a la misma, para analizar «hasta qué punto supone una ruptura con el Antiguo Régimen, y hasta qué punto consagra la igualdad, la soberanía popular y la libertad». Su conclusión es «que no hay para tanto».

Petit, desmitificó el texto y planteó una «revisión crítica de una suerte de saber colectivo» sobre la misma que ha terminado mitificándola, sobre todo a partir de 1912 y el Regeneracionismo, y con un país que empieza a establecer relaciones con las repúblicas americanas (surge desde Argentina el Día de la Hispanidad): «Empieza a idealizarse la Constitución de Cádiz». «El conocimiento popular y lo que se difunde de esta Constitución es una especie de ‘Passpartú’ que no resiste ningún análisis historiográfico», dijo, para añadir que, «con toda la importancia histórica que hay que otorgarle, no puede decirse que sea el fundamento de libertades y convivencia de nuestra Constitución actual».

Carlos Petit comentó que «la desgracia es que estos textos sirven para fundamentar cosas del presente con un abuso clarísimo», como sucedió en el bicentenario al etiquetarla de «reformista».

3

Espido Freire HERAS

El poder transformador de la cultura

Si la primera jornada de los Encuentros de Verano estuvo dedidaca a hablar de ciertas ilusiones colectivas que quizá no llegaron a tener los resultados esperados, en la segunda, más positiva y amable en este sentido, se recogieron en el mismo escenario, los jardines de Santa Cruz, iniciativas que partiendo de un sueño personal terminaron convirtiéndose en proyectos que a pesar de que podían rayar lo utópico finalmente llegaron a ser realidades que alimentaron -o lo siguen haciendo- una ilusión colectiva. Así le ocurrió al primero de los ponentes, el escritor y profesor de Literatura Rafael Cabanillas, con su iniciativa «Cine para África, imágenes para un ilusión», objeto de la exposición que desarrolló junto a su amigo, el viajero y biólogo Jesús Rodríguez Romo.

Fue en uno de sus múltiples viajes a África, escenario de muchas de sus obras, cuando se planteó hacer realidad el sueño de llevar el cine a este continente. Sin pensarlo dos veces, cogió dos maletas, un generador, un proyector y una batería y se marchó. El resultado de aquel ilusionante proyecto -y experimento sociológico- es el documental «Cine para África. Imágenes para la ilusión», de cuya grabación Cabanillas se trajo una multitud de anécdotas y una experiencia que le devolvió a su niñez al recuperar en aquellos poblados la misma sensación que tuvo cuando llevaron por primera vez un proyector a su Torrijos (Toledo) natal. La iniciativa ambién le sirvió para darse cuenta de que «la expresión de las emociones no son universales» y que «los occidentales no tenemos la patente de nada». Esa capacidad de hacer soñar que brinda el acceso a la cultura también fue destacada en su intervención por el director de orquesta, filósofo y autor Íñigo Pirfano, impulsor del proyecto «A Kiss For All The World», que le ha permitido sacar la música clásica de los grandes escenarios y circuitos para llevarla a colectivos más desfavorecidos. Hospitales, orfanatos, prisiones de los lugares más remotos e incluso un campo de refugiados son los escenarios donde Pirfiano y su orquesta han emocionado interpretando la Novena Sinfonía de Beethoven, una iniciativa que partió de una realidad a la que le abrió los ojos su padre: «El poder transformador de la obra artística».

Que en un entorno como el medio rural, también menos propicio a acceder a servicios culturales, se pudiera ver el último espectáculo de Ainhoa Arteta o tuviera parada Lola Herrera con «Cinco Horas con Mario» ha sido la obsesión de Juan Ramón Pardo desde que en 2007 es concejal de Fuentealbilla (Albacete). Hoy, señaló a los presentes, «la cultura es una conquista que los vecinos han hecho suya y no la quieren perder».

Tras la intervención de Carlos Hernández de la Hoz para presentar varios de los proyectos de emprendimiento social y cultura que está desarrollando en Villafranca del Bierzo (León) -entre ellos un Festival de Música y Vino y un Ciclo de Cine de películas antiguas-, llegó el turno por la tarde del profesor emérito de la Universidad de Navarra Ángel Baguer y la escritora Espido Freire, actualmente directora del Máster de Creación Literaria de la Universidad de Valencia. Allí, la escritora más joven ganadora del Premio Planeta destacó, en alusión al hilo conductor de estos Encuentros, el enorme peso que tiene la ilusión en sus proyectos literarios: «Si no se parte de una ilusión, y yo más que de una ilusión diría de una conexión emocional, es muy complicado aguantar toda esa travesía que supone escribir una novela». Asimismo, insistió en enviar un mensaje positivo sobre las carreras de Humanidades, cuyo futuro consideró que pasa por «interactuar con otras ciencias», y apuntó que la universidad debería ser vista siempre como «un laboratorio de ideas» en todos los sentidos y un espacio para el conocimiento, y añadió: «Eso no tiene edad».

Si la primera jornada de los Encuentros de Verano estuvo dedidaca a hablar de ciertas ilusiones colectivas que quizá no llegaron a tener los resultados esperados, en la segunda, más positiva y amable en este sentido, se recogieron en el mismo escenario, los jardines de Santa Cruz, iniciativas que partiendo de un sueño personal terminaron convirtiéndose en proyectos que a pesar de que podían rayar lo utópico finalmente llegaron a ser realidades que alimentaron -o lo siguen haciendo- una ilusión colectiva. Así le ocurrió al primero de los ponentes, el escritor y profesor de Literatura Rafael Cabanillas, con su iniciativa «Cine para África, imágenes para un ilusión», objeto de la exposición que desarrolló junto a su amigo, el viajero y biólogo Jesús Rodríguez Romo.

Fue en uno de sus múltiples viajes a África, escenario de muchas de sus obras, cuando se planteó hacer realidad el sueño de llevar el cine a este continente. Sin pensarlo dos veces, cogió dos maletas, un generador, un proyector y una batería y se marchó. El resultado de aquel ilusionante proyecto -y experimento sociológico- es el documental «Cine para África. Imágenes para la ilusión», de cuya grabación Cabanillas se trajo una multitud de anécdotas y una experiencia que le devolvió a su niñez al recuperar en aquellos poblados la misma sensación que tuvo cuando llevaron por primera vez un proyector a su Torrijos (Toledo) natal. La iniciativa ambién le sirvió para darse cuenta de que «la expresión de las emociones no son universales» y que «los occidentales no tenemos la patente de nada». Esa capacidad de hacer soñar que brinda el acceso a la cultura también fue destacada en su intervención por el director de orquesta, filósofo y autor Íñigo Pirfano, impulsor del proyecto «A Kiss For All The World», que le ha permitido sacar la música clásica de los grandes escenarios y circuitos para llevarla a colectivos más desfavorecidos. Hospitales, orfanatos, prisiones de los lugares más remotos e incluso un campo de refugiados son los escenarios donde Pirfiano y su orquesta han emocionado interpretando la Novena Sinfonía de Beethoven, una iniciativa que partió de una realidad a la que le abrió los ojos su padre: «El poder transformador de la obra artística».

Íñigo Pirfano

Que en un entorno como el medio rural, también menos propicio a acceder a servicios culturales, se pudiera ver el último espectáculo de Ainhoa Arteta o tuviera parada Lola Herrera con «Cinco Horas con Mario» ha sido la obsesión de Juan Ramón Pardo desde que en 2007 es concejal de Fuentealbilla (Albacete). Hoy, señaló a los presentes, «la cultura es una conquista que los vecinos han hecho suya y no la quieren perder».

Tras la intervención de Carlos Hernández de la Hoz para presentar varios de los proyectos de emprendimiento social y cultura que está desarrollando en Villafranca del Bierzo (León) -entre ellos un Festival de Música y Vino y un Ciclo de Cine de películas antiguas-, llegó el turno por la tarde del profesor emérito de la Universidad de Navarra Ángel Baguer y la escritora Espido Freire, actualmente directora del Máster de Creación Literaria de la Universidad de Valencia. Allí, la escritora más joven ganadora del Premio Planeta destacó, en alusión al hilo conductor de estos Encuentros, el enorme peso que tiene la ilusión en sus proyectos literarios: «Si no se parte de una ilusión, y yo más que de una ilusión diría de una conexión emocional, es muy complicado aguantar toda esa travesía que supone escribir una novela». Asimismo, insistió en enviar un mensaje positivo sobre las carreras de Humanidades, cuyo futuro consideró que pasa por «interactuar con otras ciencias», y apuntó que la universidad debería ser vista siempre como «un laboratorio de ideas» en todos los sentidos y un espacio para el conocimiento, y añadió: «Eso no tiene edad».

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