'Sofocar' las emociones

Luchan contra el fuego, pero desde otro flanco, el del apoyo psicológico, sanitario, logístico... para cubrir las necesidades más básicas en el que a la fuerza se ha convertido estos días en su obligado hogar: un pabellón deportivo. Son los voluntarios de Cruz Roja , a los que también sonó el teléfono de emergencia en la madrugada del jueves al viernes, cuando el incendio desatado en la Sierra de la Culebra zamorana obligaba a evacuar las primeras localidades , a las que con el avance del reguero de cenizas se han ido sumando más pueblos de la Sierra de la Culebra.

Desde entonces, una treintena de personas –con el relevo previsto– combate los otros efectos del fuego, los de ayudar y apoyar a los cientos de personas que han tenido que salir de su vivienda por la proximidad de las llamas y el denso humo con la incertidumbre de cuándo podrán volver y qué es lo que encontrarán al regresar . Es ahí precisamente donde se centra una de sus principales labores, el apoyo psicosocial. «Mucha contención de las emociones» , explica Silvia Montalvo, coordinadora de Cruz Roja en Zamora, desde uno de los albergues habilitados en la zona para acoger a los desplazados.

Reclaman «sobre todo información» de cómo evoluciona un fuego con unas dimensiones que «nunca habían visto» y eso que en la comarca alistana, en las proximidades de La Raya con Portugal, «tristemente están acostumbrados» a que cada año las llamas consuman parte de su territorio. Hay familias «que se emocionan muchísimo al pensar que pueden perder su casa», reconoce Silvia Montalvo, quien señala que deben hacer frente también a la «mucha sensación de frustración» que sienten por no poder ayudar en la lucha contra el fuego. Por no saber si cuando vuelvan, su casa estará como la dejaron precipitadamente. Ayer, durante dos horas, algunos pudieron regresar a cuidar de sus animales, también una ayuda para quienes van a camino de pasar su tercera noche en los pabellones polideportivos de Carmarzana de Tera o Benavente, los dos que hay habilitados – el regreso de los vecinos de varias localidades permitió cerrar el de Alcañices –.

Sanitarios, personal de logística, trabajadores sociales y psicólogos... forman parte del operativo que lucha al otro lado del incendio de la Sierra de la Culebra para atender a los desalojados en una zona con una población envejecida y también al operativo contra incendios. Hasta una señora de cien años tuvo que ser evacuada . El 90 por ciento de quienes están en los pabellones –otros muchos han logrado acomodo en casas de familiares o amigos– tiene más de 65 años , señala la responsable de Cruz Roja. Por eso, una de sus labores principales estos días no sólo es proveer de todas las comidas diarias o haber habilitado los polideportivos, sino que la ayuda sanitaria. Buscar medicación, comprobar que se la toman, vigilar a los diabéticos, ayudar a los dependientes y personas con discapacidad.