Mañueco se compromete a «ser el presidente de todos, sin distinción de opiniones o ideologías»

El reelegido líder de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, se ha comprometido a «ser el presidente de todos, sin distinción de opiniones o ideologías» en un momento en el que «España observa» a esta comunidad autónoma y en el que ha ofrecido «moderación, diálogo, tolerancia, integración y un espíritu abierto y constructivo que nos permita crecer con la diversidad de opiniones y el debate público».

Así lo ha defendido durante su intervención ante el Pleno de las Cortes, donde ha señalado que la gestión autonómica «no es ni puede ser nunca el proyecto de un sólo partido o un solo gobierno. Debe serlo de toda la sociedad. Y, por ello, toda nuestra sociedad debe implicarse». Al respecto, ha reivindicado «una política de gestión frente a la política de gestos».

El popular, que se ha emocionado al referirse a su familia, ha manifestado su «ambición» por «construir la Castilla y León activa. Lejos de los tópicos de pasividad o conservadurismo que injustamente nos atribuyen», donde la «igualdad de oportunidades no se entienda como una continua equiparación a la baja, sino como la posibilidad de que cada uno labre su destino con su propio esfuerzo, y así se le reconozca sin complejos».

En sus palabras ha querido hacer una especial mención a las «mujeres, que avanzan decididas a ocupar el protagonismo que merecen», los «jóvenes, que trabajan duro para abrirse camino en un entorno cada vez más exigente» y los «emprendedores, los agricultores y ganaderos, los autónomos y los trabajadores y nuestros servidores públicos».

Fernández Mañueco ha tomado posesión como presidente de la Junta y revalidado el cargo en un multitudinario acto con un importante respaldo de miembros de su formación, como la secretario general del PP, Cuca gamarra, el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y sus predecesores en el cargo, Juan Vicente Herrera, Juan José Lucas y Jesús Posada, que han querido acompañarle en esta nueva andadura que arranca de la mano del Vox como socios, a los que ha «agradecido» un acuerdo por el que van a «compartir responsabilidades» en los próximos años para trabajar por Castilla y León.

Un etapa en la que la ministra de Educación, Pilar Alegría, le ha deseado «todo el éxito que pueda alcanzar en su gestión porque eso redundará en la calidad de vida y castellano y leoneses y sus legitimas expectativas de futuro».