Inicio del funcionamiento de la receta médica en León
Inicio del funcionamiento de la receta médica en León - ICAL
Sanidad

La receta electrónica funciona ya en todos los centros de salud y farmacias

Tres años después de la fecha prevista, casi 440.000 pacientes se benefician de este sistema telemático.

Valladolid Actualizado: Guardar
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«Ha sido una implantación tardía», reconocía hace unos días el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, quien vinculaba este hecho a las «especiales características» de la Comunidad. Finalmente, tres años después de la fecha prevista -el consejero de Sanidad, Antonio Sáez Aguado preveía a principios de enero que el proceso concluiría a finales de ese año-, la Junta ha concluido la pasada semana la implantación de la receta electrónica, también llamada «e-receta», en los 247 centros de salud y en las 1.628 oficinas de farmacia de la Comunidad.

Las dificultades técnicas derivadas del programa informático que utiliza Sacyl, el Medora, y la falta de desarrollo de las líneas telefónicas que precisaban las farmacias, fundamentalmente en el medio rural, son los principales escollos que se ha encontrado en el camino el proceso de implantación, que ha hecho que Castilla y León sea la última comunidad autónoma en sumarse a este sistema -en Andalucía, por ejemplo, lleva ya diez años funcionando-.

Sin embargo, pese a que tardó mucho en comenzar a implantarse, el proceso para su culminación no se ha demorado excesivamente, ya que han sido diez meses desde que se iniciara en las localidades de Cigales y Alaejos, en la provincia de Valladolid, siempre en «estrecha colaboración» con el Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Castilla y León, según un comunicado emitido por Sanidad.

Según los datos proporcionados por la Consejería, a fecha de 17 de julio ya utilizaban este sistema un total de 434.092 personas -las que habían acudido a su médico de cabecera y habían solicitado una receta- de las 2.374.543 que tienen derecho a ello.

Una de las principales ventajas de este sistema, además de mejorar la calidad asistencial, es que el paciente puede recoger directamente en la farmacia su medicación cada vez que finalice el envase sin necesidad de acudir antes al centro de salud -entre mayo de 2015 y mayo de 2016 se ha registrado un descenso del 12% en la frecuencia de las consultas en aquellos centros donde tenían desplegado el sistema-. Esto tiene especial relevancia en pacientes crónicos. Bastará con presentar en la farmacia correspondiente la tarjeta sanitaria para que les entreguen su medicación.

«Hoja de medicación»

De forma previa, el profesional del centro de salud habrá hecho entrega al paciente de la denominada «hoja de medicación» en la que aparecerá detallada toda la información sobre los medicamentos que tiene que tomar, con el detalle de cómo administrarlos y durante cuánto tiempo. Cada vez que se produzca un cambio en el tratamiento, los profesionales deberán entregarle una hoja nueva.

Así, la receta de papel se irá sustituyendo a medida que los pacientes se incorporen al sistema, aunque siempre se mantendrá la impresión de recetas para casos necesarios. Una vez concluido este proceso en los centros de salud, la Consejería procederá a extender la receta electrónica a los consultorios.

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