Nutrición: plantas medicinales para mis males

A pesar de que España no es el país por excelencia de las infusiones, lo cierto es que desde hace un tiempo existe una tendencia a buscar en las plantas propiedades que nos ayuden de forma más «natural» a solucionar determinados problemas de salud.

Bien sea para calmar la ansiedad o para dormir mejor, perder líquidos, adelgazar o mejorar nuestra memoria las excusas no dejan de suponer un peligro si no se recurre a estos productos bajo unos mínimos requisitos de control y seguridad.

«Cualquier planta o producto medicinal tiene unos efectos sobre el metabolismo del cuerpo ya que los componentes del mismo son parecidos o tienden a imitar a nuestro propio organismo», explica Rafael Martínez Olmedo, vicepresidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valladolid.

El acceso a plantas actualmente es ilimitado, ya que pueden presentarte bajo la consideración de producto alimenticio o de producto medicinal. Pero las diferencias, aún tratándose del mismo compuesto, pueden ser muchas y con diversas consecuencias para la salud.

«Es cierto que cuando un persona compra un producto que ha sido elaborado por una laboratorio y que aparece bajo el control de la Agencia Española del Medicamento va a resultar más caro que si lo adquiere en otro establecimiento», confirma Martínez, debido precisamente al sobrecoste que suelen acarrear los protocolos de control y seguridad impuestos por este organismo.

Empresas identificadas

No obstante, Rafael recuerda la importancia de estar informado y con garantías de qué vamos a ingerir, «y cuando existe una empresa identificada es más fácil poder exigir dichas garantías de seguridad sanitaria». En este sentido, este profesional alerta de los peligros que acarrea la compra de complementos alimenticios o nutricionales, o cualquier otro producto, a través de internet, «sin saber realmente de dónde proceden y sin contar con el asesoramiento de profesionales de la salud».

Y es que en este sentido conviene destacar que incluso la ingesta de una infusión puede llegar a tener efectos adversos para una persona: «Cualquier componente en exceso va a tener una respuesta por parte de nuestro organismo, y aunque se parta de unas propiedades beneficiosas es posible que pueda darse alguna interacción o complicación si no se cuenta con los conocimientos suficientes, o si existen patologías de base en la persona».

Control del procesado

Por otra parte, aquellos productos que se comercializan de la mano de empresas sometidas a los controles sanitarios cumplen con procesos de tratamiento y envasados que garantizan mejor las características de dichos productos. «Hay que saber que las infusiones deben ser secadas en lugares sin luz y ambientes frescos para evitar la evaporación de sus aceites esenciales», explica Rafael Martínez, «y evitar su contacto con el aire ya que se oxidan y pierden muchas de sus propiedades, situación que se da siempre en las infusiones que son vendidas a granel». Precisamente las cajas o el envasado individual de bolsitas recubiertas con film, o incluso la fórmula de cápsulas con los extractos de dichas plantas son las fórmulas que, según este experto, de una forma más aproximada van a garantizar una mayor efectividad de las propiedades de estos compuestos nutricionales o medicinales.

En cualquier caso, los profesionales sanitarios alertan del peligro del uso y la compra de compuestos sin las recomendaciones de médicos o farmacéuticos quienes puedan garantizar tanto la legalidad y seguridad de los productos, como su repercusión en la salud individual de cada persona, más si cabe en aquellas personas que por sus patologías están sometidos al consumo de medicamentos.