Marcos lamenta la pérdida de Pedro Llorente, «un hombre de campo, orgulloso de su tierra»

Milagros Marcos ICAL

ABC

La consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, lamenta hoy la pérdida en accidente de tráfico del ingeniero agrónomo Pedro Llorente , exdirector de Agricultura y de Medio Natural de la Junta y exdirector general en el Ministerio de Agricultura en las décadas de los 80 y 90 . «Ha sido ante todo un hombre de campo, orgulloso de su tierra y comprometido con ella hasta el final» , destaca Marcos de su figura en un obituario recogido por Ical, en el que recuerda una frase de Llorente: «Un ingeniero agrónomo es más ingeniero cuanta más tierra pisa; son como las raíces de los árboles, si no se estiran el árbol no crece».

Marcos señala que su rostro «se iluminaba cada vez que salía al campo, casi siempre con sus hijos, a los que ha sabido trasmitir ese amor por la tierra y la profesión». La consejera rememora en el texto que en uno de sus últimos encuentros la habló de la unión «imprescindible» entre agricultura y medio rural «para generar oportunidades y asegurar el progreso». «Pero hay que estar allí, hay que vivirlo, sentir las necesidades de los pueblos, de sus agricultores y ganaderos», matizaba Llorente a Marcos. Tanto es así, que en su « dilatada vida profesional este ingeniero agrónomo nunca perdió esa cercanía« , aún cuando desempeñó los cargos de alta dirección en la Junta y más tarde como director general en el Ministerio de Agricultura.

La consejera sostiene de forma metafórica que «desde allí arriba seguirás ayudando a controlar esas nubes que refrescan la solana y que riegan nuestros campos de cereal».

Milagros Marcos también anota que el mes pasado coincidieron en la Escuela de Capacitación Agraria de la Santa Espina (Valladolid), día en que Llorente la explicó que en ese centro «se fraguó el origen de la concentración parcelaria de España», con el exministro de Agricultura Rafael Cavestany.

Allí, igualmente, narró «con una ilusión propia de un recién titulado» sus primeros trabajos y «dedicación plena» a la denominada Extensión Agraria, a la formación en la escuela de Viñalta, en Palencia, y a la planificación y ordenación de la actividad agraria, con su participación en el Plan Tierra de Campos, hace ya más de medio siglo. «Muchas de las ideas que allí se desarrollaron y que Pedro me comentaba en los pasillos de la Santa Espina me siguen pareciendo perfectamente aplicables hoy», recuerda Marcos, quien relata que Llorente había estado en Estados Unidos «para ver como los americanos desarrollaban los servicios de asesoramiento agronómico en su país, que era lo que nosotros teníamos en la cabeza y empezamos a aplicar aquí con los servicios de extensión agraria, desde la cercanía al territorio».

«No olvides nunca que lo más importante es que los técnicos y los que tienen que tomar decisiones estén próximos al problema, tienen que salir de los despachos, tienen que estar cerca de la gente» , resume Marcos, quien se despide con una frase: «Pedro, los que hemos tenido la oportunidad de conocerte te recordaremos siempre».

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