Ignacio Miranda - Por mi vereda

Con sol y todavía moscas

«La izquierda pijoprogre actual, inmersa en una empanada mental de considerables proporciones entre el animalismo, la ignorancia lacerante y la visión flower power about the world, debería saber que este partido tuvo un día grandes aficionados»

Eduardo Gallo, durante una feria de San Pedro Regalado, en una imagen de archivo ICAL

Cuando Oscar Puente llegó de rebote a la alcaldía de Valladolid hace cinco años, antes de sufrir la fiebre ampliadora del carril bici y del carril bus, paralizó sin dar explicaciones la entrega del trofeo taurino San Pedro Regalado. Un galardón de máximo prestigio y dilatada historia, instituido por el Ayuntamiento en 1952 para premiar al diestro autor de la mejor faena de la feria de septiembre, que tenían en su haber numerosos matadores. La estatuilla reproduce la escena en la que el santo franciscano, patrón de la capital y de los toreros, detuvo un astado huido en las proximidades del convento del Abrojo según cuenta la tradición. También finiquitó el portavoz del PSOE las subvenciones a las novilladas nocturnas de promoción y cerró el Museo del Toro.

La izquierda pijoprogre actual, inmersa en una empanada mental de considerables proporciones entre el animalismo, la ignorancia lacerante y la visión flower power about the world, debería saber que este partido tuvo un día grandes aficionados, como Enrique Múgica, José Luis Corcuera, Juan Antonio Arévalo o Arsenio Lope Huerta, entre otros. Que un tal Rafael Alberti compuso una preciosa elegía por la muerte de Joselito el Gallo. Que el circunspecto Manolete, en sus campañas mexicanas, se reunía con el exilio español y cenaba con Indalecio Prieto. Que a Luis Miguel Dominguín, cuando Franco le preguntaba de cacería cuál de sus hermanos era el comunista en referencia a Domingo, conocido militante del PCE, contestaba: «Excelencia, en mi casa, todos». Por cierto, recordemos que el padre de Miguel Bosé se casó después con Rosario Primo de Rivera, sobrina de José Antonio. Que Tierno Galván, antes de morir rezando según cuentan algunas fuentes, creó y apoyó la Escuela Taurina de Madrid. Porque la tauromaquia está muy por encima de contiendas partidistas, como un valioso patrimonio que pertenece a los españoles, y además nos une.

Así lo han entendido por fin el PP y Cs en el Gobierno de Castilla y León, que superando los complejos de lo políticamente correcto en un esfuerzo sobrehumano y sin indicios de contrición por ahora, ha concedido una subvención de 326.000 euros para un circuito de festejos -dos sin picar y dos con varilargueros- dirigido a novilleros oriundos de la región. Incluso el Ejecutivo autonómico, como ha ocurrido en varias comunidades, justifica la decisión en la necesidad de apoyar al sector taurino, igual que a otras actividades culturales y artísticas, en un momento de marasmo por el coronavirus. Del ciclo de novilladas nocturnas de Valladolid salieron Leandro, Eduardo Gallo y Morenito de Aranda. Los tres de nuestra tierra. Ya tenemos toros en las próximas semanas. Al aire libre, con sol y todavía moscas. No todo va a ser en esta atípica temporada la omnipresencia de Ponce. Y su novia.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación