Por los encuentros del Café de Amable han pasado personas de treinta nacionalidades
Por los encuentros del Café de Amable han pasado personas de treinta nacionalidades - F. HERAS
Educación

Idiomas: una vuelta al mundo sin salir de Valladolid

«Language Exchange» permite aprender idiomas de forma gratuita a través de conversaciones con nativos de otras nacionalidades

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Por cuestiones económicas en momentos en los que el bolsillo no anda tan boyante como para pagarse una academia o un profesor particular; por comodidad; por conocer otras culturas o a gente de otros países; o bien por ampliar el círculo de amigos... Las causas para participar en «Language Exchange Valladolid» pueden ser tan variadas como los asistentes a esta iniciativa puesta en Valladolid con el objetivo de dar los primeros pasos o profundizar en el conocimiento de otros idiomas. Permite, dos días a la semana, entrar en contacto con otras personas que hablan el idioma que se quiera conocer: inglés, francés y hasta chino. Porque todo eso es posible en el Café de Amable de Valladolid, donde se celebran estos encuentros centrados en el aprendizaje de idiomas.

No son clases de idiomas al uso, con un profesor y un aula. Un café sirve para que los interesados, de forma gratuita, contacten con hablantes y nativos de otros idiomas y puedan conversar con ellos.

David Türk, uno de los organizadores de esta iniciativa que surgió de un grupo de Erasmus allá por 2011, explica que los miércoles, a las 19:30 horas, y por espacio de otras dos y cuarto más, se dedican al inglés, mientras que los viernes, desde las 20:30 horas, se centran en otros idiomas: italiano, francés, alemán o chino. Los miércoles se organizan debates y actividades variadas, como juegos, que permiten a los asistentes conversar y aprender más del inglés. Previamente han sido establecidos grupos conforme al nivel básico, intermedio o avanzado, según el conocimiento que tenga cada uno del idioma. Según Türk, «el objetivo es fomentar la fluidez, el vocabulario» de las personas que pasan ese día por el Café de Amable, mientras que el viernes han podido llegar a tener hasta cien personas en estas tertulias, ya en un ambiente más distendido.

Los asistentes a estos intercambios de idiomas son de lo más variado: «estudiantes y gente de distintas edades, desde personas de 70 años a algún padre que acude con su hijo pequeño, porque no hay límite de edad», señala Türk. «Tratamos de que la persona que llega pueda romper el hielo y se sienta a gusto, porque es difícil al principio llegar y sentarse a hablar con un desconocido».

Han pasado por ellos personas de treinta nacionalidades y «la gente está abierta a colaborar con la organización» de estos eventos, apunta, y sostiene que una de las claves también es que en estos grupos se hacen amigos.

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