Alumnos de Castilla y León, durante un examen de selectividad, en una imagen de archivo
Alumnos de Castilla y León, durante un examen de selectividad, en una imagen de archivo - ICAL
Educación

Educación plantea adelantar de septiembre a julio los exámenes de la nueva selectividad

La Consejería ha lanzado la propuesta a los sindicatos que se pondría en marcha en los próximos cursos respondiendo a una reivindicación de las universidades

Valladolid Actualizado: Guardar
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Estudiar durante todo el verano para aprobar la que será la nueva Selectividad en septiembre puede tener los días contados. Educación ya ha planteado a los sindicatos la posibilidad de que la prueba extraordinaria se adelante a la primera quincena de julio en próximos cursos -nunca para este, ya que las fechas están cerradas para los meses de junio (los días 13, 14 y 15) y septiembre (11, 12 y 13)-, una opción que, por el momento, los representantes del profesorado no ven con buenos ojos.

La propuesta está en el aire y aún no se ha iniciado el diálogo ni existe acuerdo cerrado al respecto. Habrá que esperar primero a que el Ministerio de Educación termine de concretar cómo será la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), que así ha pasado a llamarse la antigua Selectividad con la implantación de la Lomce, porque ahora es el Estado el que debe fijar los rasgos principales de la prueba.

Pero lo cierto es que algunos de los sindicatos educativos dan por hecho que podría ser ya en el próximo curso cuando el examen extraordinario se celebre en los primeros días de julio.

De hecho, uno de los borradores finales de la orden que regula el calendario escolar para el próximo ciclo académico 2017-2018 -que ya está prácticamente negociado en Mesa Sectorial- incluye que los alumnos de segundo de Bachillerato y de los ciclos de Grado Superior terminarán sus clases el 6 de junio y tendrán que enfrentarse a las pruebas extraordinarias o finales -los conocidos como exámenes de recuperación que hasta este año se celebran en el mes de septiembre- entre los días 25 y 29 de junio de 2018. Es decir, ya está previsto adelantar los exámenes extraordinarios del último curso de Bachillerato que se venían celebrando en septiembre.

Los de Educación Secundaria (ESO) se mantendrán el curso que viene como hasta ahora, para el inicio del mes de septiembre -los días 1, 4 y 5 , concretamente-. Esta nueva planificación tendrá que pasar por el Consejo Escolar, un órgano que deberá también pronunciarse sobre el calendario negociado con las organizaciones sindicales. Está previsto que, tras pasar por una comisión específica, el Consejo emita su dictamen general al respecto el próximo 9 de mayo.

Petición de la universidad

El cambio planteado para la nueva Selectividad respondería a una reivindicación que venían haciendo las cuatro universidades públicas autonómicas en los últimos cursos. Y es que estas instituciones ya tuvieron que adelantar sus pruebas extraordinarias de septiembre al mes de julio para poder adaptarse así al marco europeo del Plan Bolonia. Mientras hace años las clases en las facultades arrancaban casi con el inicio de octubre, hoy los alumnos se incorporan a las aulas en los primeros días de septiembre.

Esto supone que aquellos que se presentan a la Selectividad de septiembre, que normalmente se celebra a mediados de mes, se suman a las clases con demasiado retraso debido a los trámites que se tienen que realizar más tarde, una vez que han conocido sus calificaciones. Así que estos estudiantes quedan algo descolgados respecto al resto de sus compañeros, y eso es precisamente lo que quieren evitar las universidades.

Esta medida ya se ha propuesto también en otras autonomías como la de Cantabria, que en este curso puso en marcha una auténtica revolución en su calendario escolar con descansos para los escolares cada dos meses. Por algo similar lucharon los sindicatos -en concreto UGT- también en Castilla y León, aunque sin éxito, durante las últimas negociaciones con la Administración autonómica con el objetivo de una planificación con criterios «más pedagógica» y favorables para el alumnado.

El cambio de la prueba de acceso a la universidad de septiembre a julio se encontraría, en principio, con el rechazo frontal de la mayoría de las centrales sindicales. El portavoz de Stecyl, Pedro Escolar, explicó que desde su organización pueden entender las peticiones de las universidades, pero no que el calendario de las enseñanzas universitarias tenga que influir en la organización de aquellas que no lo son. Tampoco creen que el cambio de la prueba ni de los exámenes de recuperación al mes de julio sea mejor para los alumnos, por lo que consideró que es más adecuado mantener el sistema tal y como está en la actualidad.

«Va a ser un caos»

La misma postura mantiene CC.OO., que se muestra contundentemente en contra del planteamiento de la Junta de Castilla y León. «Va a ser un caos», aseguró la responsable de Enseñanza de la organización sindical, Elena Calderón, para quien es fundamental que todas las pruebas de recuperación del conjunto de las etapas educativas se celebren en la misma fecha. «Hay que verlo y analizarlo detenidamente», concluyó.

Tampoco tiene buena acogida el planteamiento del Gobierno autonómico en UGT. La portavoz de Educación, Rosa Torremocha, declaró que, para su organización, julio supone «una línea roja». Y es que realizar las pruebas en julio, supondrá que los profesores tendrán que acompañar a los alumnos y evaluar los ejercicios hasta finales de ese mes.

Por ahora, es únicamente una propuesta, aunque los sindicatos ya adelantan que plantaran cara a esta opción si la Junta de Castilla y León decide sacarla adelante,

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