Los delitos contra la libertad sexual aumentan un 25% en Castilla y León

Constituye «una de las formas de delincuencia que mayor alarma despierta en la sociedad» y más recientemente con la cascada de casos en los que se ataca en grupo. Abusos y agresiones sexuales, violaciones, pornografía, prostitución, exhibicionismo... Los delitos contra la libertad sexual dieron origen en 2018 a cerca de un millar de procedimientos en los tribunales , que supusieron un incremento de un 25 por ciento respecto al año anterior. Con ese aumento se mantuvo la tendencia en alza que ya se arrastraba desde 2016, de acuerdo con los datos de la Memoria Anual de la Fiscalía en Castilla y León, que advierte que pese al incremento y el miedo que generan, estos casos no suponen ni un uno por ciento de sus asuntos .

Los delitos de abusos y agresiones destacan sobre el resto concentrando más de la mitad de los supuestos contra la libertad sexual. Y entre ellos toman un cierto protagonismo los menores de edad como autores. La Memoria cifra en 44 los asuntos cuyos responsables no alcanzaban los 18, y entre quienes aumenta la incidencia en un 25%, al igual que entre adultos . Además, las nuevas tecnologías estarían detrás del «resurgir» de comportamientos exhibicionistas y de provocación sexual, que habían ido disminuyendo pero que han despuntado «aprovechando la intimidad» en la que se pueden cometer.

Posiblemente, señala la Fiscalía General del Estado, los eventuales incrementos de abusos y agresiones respondan en parte a que «la repercusión mediática y social que han tenido determinados procedimientos puede haber fortalecido a las víctimas animándolas a denunciar al sentirse apoyadas, por lo que hechos que anteriormente no se habrían denunciado ahora sí lo son».

La Memoria anual de la Fiscalía pone especial acento en varios asuntos en los que la mujer se encuentra en el centro de la diana, como lo es también la violencia de género, que el pasado 2018 registró un incremento de un 8% en los procedimientos incoados. El maltrato ocasional fue el delito más habitual, seguido de las amenazas. La mayor parte de los autores eran pareja de hecho y la pena más común que se les impuso fue la de prisión.

La Memoria hace especial hincapié en el desestimiento de la víctima, ya sea retirando la denuncia o con su renuncia a declarar llegado el juicio o a prestar una comparecencia «vaga e imprecisa alegando que ya no recuerda nada». «La mayoría de sentencias absolutorias se deben a ese motivo» . Ante esta situación varias fiscalías provinciales destacan la importancia del juicio rápido como «instrumento muy útil» habiéndose disminuido «considerablemente» las renuncias a la denuncia en los casos en los que la cita en los tribunales es urgente –el 26 por ciento–. «Conviene dar menos margen a presiones que lleven a volverse atrás», señala .

También al respecto de la violencia de género, hace la Fiscalía el reclamo de más medios y advierte sobre la desigualdad de acceso a los mismos. Apunta, así, a «una falta de recursos» y la «preocupación por la situación de las víctimas en el ámbito rural» , exigiendo «los mecanismos necesarios para asegurar que accedan» a todas las herramientas asistencias de las que se dispone en una gran ciudad.