Castilla y León exhibirá sus «fortalezas» en la cumbre de julio en Salamanca
La capital del Tormes acogerá la Conferencia de Presidentes solicitada por Mañueco y que tendrá el reto demográfico en el orden del día
El anuncio llegó a media mañana en boca del propio presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez: la demandada Conferencia de Presidentes se celebrará la última semana del mes de julio en la ciudad de Salamanca . La propuesta de traer a tierras charras el encuentro de mandatarios regionales la hizo el jefe del Ejecutivo regional, Alfonso Fernández Mañueco, hace casi un año, concretamente el 31 de julio de 2020, cuando se celebró en el Monasterio de Yuso de San Millán de la Cogolla, en La Rioja, la última cita de este órgano que agrupa a los responsables de todas las autonomías.Nada se sabía del lugar elegido para la nueva convocatoria, después de que hace unas semanas Sánchez anunciase que se iba a producir una nueva convocatoria después de las reiteradas demandas de los presidentes de las comunidades, especialmente el de Castilla y León.
El presidente del Gobierno deslizó algunos de los puntos del orden del día: «Tenemos que hablar del plan de recuperación, de vacunación y del reto demográfico, que fue un mandato que nos hicieron al Gobierno los presidentes autonómicos». Eso sí, todo bajo el paraguas de los fondos europeos en los que «las comunidades son las protagonistas a la hora de gestionar», señaló entonces.Así que con ese argumentario, Salamanca será a finales de este mes la capital del autonomismo, con el objetivo de aprovechar las partidas que llegan de la Unión Europea para superar la crisis derivada del coronavirus pero con el reto demográfico como uno de los principales destinos del gasto.
Alfonso Fernández Mañueco, agradeció ayer al Gobierno de España que aceptase la invitación que le hizo hace un año para celebrar la XXIV Conferencia de Presidentes. «Castilla y León se volcará en esta importante cita que la comunidad ha solicitado reiteradamente para abordar el plan de recuperación, el proceso de vacunación o la lucha contra la despoblación». Estos criterios, insistió el presidente de la Junta, tienen que primar a la hora de hacer el reparto de los fondos, con el que la Comunidad ha manifestado en reiteradas ocasiones que no está de acuerdo. El presidente de la Junta apuntó, además, que el encuentro será también «una gran oportunidad para mostrar al conjunto de España las fortalezas y oportunidades que ofrece Castilla y León, una comunidad clave en la historia, el presente y el futuro de España».
Pendiente, la sede
Lo que aún está por confirmar es el espacio elegido para celebrar un encuentro que Mañueco ofreció celebrar en Salamanca como ciudad «vinculada al conocimiento», con la universidad en activo «más antigua de España» y en la que está enterrado «el padre de los Derechos Humanos», como es Francisco de Vitoria.
Hace casi un año que se celebró el último encuentro de presidentes autonómicos, el 31 de julio de 2020. Entonces el lugar elegido fue el Monasterio de Yuso, donde Mañueco reclamó entonces un nuevo fondo no reembolsable para 2021, con criterios que garanticen la cobertura del coste real, el gasto efectivo de la prestación de los servicios públicos, sanidad, educación y prestaciones sociales. Una demanda histórica de Castilla y León a la que, sin embargo, se sigue haciendo oídos sordos dado que ya entonces se advirtió de que los criterios de reparto debían ser distintos. De momento, hay lugar para la esperanza si el reto demográfico está en la agenda del día dado que, en este asunto, la comunidad es de las que más tiene que decir y, por lo tanto, debe recibir.
Demanda reiterada
La petición de celebrar una Conferencia de Presidentes ha sido una demanda continua en Castilla y León. El pasado mes, Mañueco insistía en la necesidad de celebrar este encuentro «cuanto antes», con el objetivo de tratar «cómo superar la pandemia, cómo terminar el proceso de vacunación y cómo afrontar el futuro» tras el Covid.
El asunto, incluso, llegó a las Cortes de Castilla y León que aprobó, en la Comisión de la Presidencia, con los votos a favor de PP, Ciudadanos y Por Ávila, una iniciativa de los populares para que se convocase con urgencia a los presidentes autonómicos. El PSOE se abstuvo en la citada reclamación por considerar que la petición «no tenía sentido ni en la forma ni en el fondo», al tiempo que acusó al PP de ser reivindicativo sólo cuando el Gobierno no es de su color político.
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