Van a rescatar tres perros abandonados en una finca de Orgaz y hallan una plantación de marihuana

Ahora la Guardia Civil busca a los responsables de esta plantación y de la defraudación de fluido eléctrico que acarrea por un enganche ilegal, además de tener a los tres animales desnutridos: son un mastín y dos mestizos, quizá éstos dos últimos mezclados con ejemplares potencialmente peligrosos.

El hallazgo ocurrió el pasado jueves en una casa amueblada, pero sin moradores, que está situada en la carretera nacional 401, a la entrada de este municipio toledano de unos 2.700 habitantes. Los tres policías locales de esta población llevaban casi un mes observando los perros, que estaban en la parte trasera de la finca y que iban a peor según pasaban los días. Uno estaba enjaulado; otro atado a un árbol con una cadena metálica y un tercero suelto.

Los agentes también se habían personado en la puerta de la vivienda a distintas horas para hablar del estado de los canes con los dueños. Pero nadie pasó por allí y decidieron actuar porque la vida de los animales peligraba. «El miércoles, los perros estaban sin agua y sin comida, y rodeados de cadáveres, que podían ser gatos y algún cabrito», relata a ABC uno de los agentes.

Por eso elaboraron un atestado y solicitaron una autorización en un juzgado del pueblo para entrar en la zona donde estaban los canes. Con la orden judicial en la mano, los policías se lo comentaron a los agentes del puesto de la Guardia Civil, y una patrulla y el comandante (un cabo) se sumaron al operativo el jueves.

«A las dos y media de la tarde entramos en la finca y vimos por una ventana que había una plantación dentro de la casa, en una habitación iluminada«. Inmediatamente, un policía volvió al juzgado y consiguió otro permiso para entrar en la vivienda, la primera orden que concedían a los agentes municipales de Orgaz en los últimos trece años.

Los seis agentes accedieron a la casa junto con dos funcionarios del juzgado y se incorporó un guardia civil del Área de Investigación del puesto de Mora al confirmarse la serendipia, un hallazgo inesperado cuando vas para otra cosa.

«La vivienda tiene piscina y tuvo que ser de gente con dinero, pero está abandonada, aunque sospechamos que alguien pasaría a cuidar el cultivo«. El policía se refiere a los 'jardineros' que suelen controlar el crecimiento de estas plantas, si bien en el interior no localizaron utensilios para empaquetar la droga.

También iban acompañados de dos miembros de Alosan, una empresa contratada por la Diputación de Toledo para la recogida de animales abandonados. Ellos se hicieron cargo de los perros desnutridos que permitieron desmantelar otra plantación de marihuana en la provincia puntera en este cultivo.