Tres veces pidió el TSJ a Tizón que paralizase las obras en Ciudad de Vascos

Hasta tres veces pidió, en tres autos, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha al expresidente de la Diputación de Toledo, Arturo García-Tizón, que paralizase las obras que se estaban desarrollando en el yacimiento Ciudad de Vascos. Incluso en el último, en mayo de 2015, llegó a advertirle de que si no acataba las resoluciones judiciales, se podía recurrír a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. En este fallo se insta a la Diputación de Toledo a que «proceda de inmediato a la ejecución de la presente resolución bajo el apercibimiento de poder incurrir en un delito de desobediencia» y hace saber a la parte expropiada que «podrá servirse del auxilio de la fuerza pública, si fuera necesario, en caso de no procederse de manera inmediata a la desocupación acordada».

Así lo ha dicho este jueves el vicepresidente Santiago García Aranda, quien informó además de que no fue hasta el 29 de mayo, ya celebradas las elecciones municipales, y García-Tizón estaba en funciones, cuando firmó un decreto para paralizar el proyecto.

Por su parte, el vicepresidente Fernando Muñoz, ha definido la obra como «el proyecto 3D; del despropósito, despilfarro y ahora, de desviación de poder».

Esta semana se ha conocido la sentencia del alto tribunal de Castilla-La Mancha que anula el acuerdo del Consejo de Gobierno de abril de 2014, donde se declaraba la urgente ocupación de terrenos para llevar a cabo un proyecto por el que podía accederse al yacimiento por una ruta fluvial en el río Huso. El fallo del TSJ pone en duda la urgencia del procedimiento de expropiación y recoge que pudo aprobarse para conseguir un rédito de tipo electoral de cara a las elecciones autonómicas y municipales de 2015.

La inversión para este proyecto, al que siempre se opuso el PSOE, era de seis millones de euros y ya se han adjudicado tres y se ha pagado un millón y medio. Entre esta cantidad figura la compra de un catamarán por 400.000 euros.

Además, según García, en el informe de impacto ambiental no se solicitó a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) la autorización para navegar por el río, un permiso que con anterioridad el Servicio de Montes de Castilla-La Mancha había informado de su impacto negativo.