«Al padre no le gustó que el instituto tomara medidas disciplinarias contra su hija por su comportamiento»

Queda en libertad y con medidas cautelares tras comparecer ante una juez, que le imputa dos delitos de atentado contra funcionario público y otros dos de atentado contra agente de la autoridad

El padre: «Uno ha hecho lo que tenía que hacer por su hija; la cosa se calentó y nada más»

Acto de repulsa en el IES La Sisla este miércoles ABC

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«Al padre no le gustó que el instituto tomara medidas disciplinarias contra su hija por su comportamiento». Este sería el motivo que provocó, según profesores del centro, que el progenitor de dos alumnos del IES La Sisla, en Sonseca (Toledo), agrediera este martes a un educador social y a una jefa de estudios.

Los hechos ocurrieron en un despacho del instituto. El padre había sido citado para que el educador social le comunicara que el centro iba a adoptar unas medidas disciplinarias por la conducta de su hija, además de conocer su opinión. Como se trataba de un asunto importante, en la reunión estaban dos jefas de estudios -una principal y otra adjunta- cuando se desencadenó el violento episodio.

El detenido, de 36 años, pasó a disposición judicial esta mañana en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Orgaz. Tras tomarle declaración, la titular del juzgado decretó libertad provisional, pero con cargos. Aunque el sindicato de enseñanza ANPE informó de tres personas agredidas, la juez le imputa, de momento, como presunto autor de dos delitos de atentado contra funcionario público en el ejercicio de sus funciones y de dos delitos de atentado contra agente de la autoridad.

Como medidas cautelares, se ha establecido la obligación de comparecencia ante el juzgado los días 1 y 15 de cada mes. Además, una medida de alejamiento a una distancia de 500 metros con respecto al trabajador social y a la profesora, con los que no podrá comunicarse. Tampoco puede acercarse al centro educativo en horario lectivo a una distancia inferior a 100 metros, según informaron a ABC fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. Un portavoz de este órgano judicial aclaró además que no hubo un juicio rápido , como había informado el delegado provincial de Educación, Cultura y Deportes, José Gutiérrez.

Fran, el educador social, y Ana, la jefa de estudios, son las personas ultrajadas en esta historia. Y por ellas hubo este miércoles un acto de condena y repulsa en el centro, organizado por la comunidad educativa del instituto, uno de los más grandes de la provincia por el número de alumnos, alrededor de 1000. «Cuentan con nuestro apoyo, no sólo jurídico, sino también desde el punto de vista anímico y emocional», dijo Gutiérrez.

Video. David Moreno, representante de los alumnos, habló en el acto de repulsa por las agresiones. Su intervención, en el vídeo Fotografia: JCCM/Vídeo: ABC

Debido a la lluvia, el acto se celebró en el polideportivo cubierto, donde centenares de alumnos, docentes, padres y madres de estudiantes guardaron un minuto de silencio y se congregaron para apoyar a Fran y a Ana. Sus nombres aparecieron rotulados en folios sostenidos por estudiantes del instituto. «Ahora nos toca a nosotros ayudarte a ti», se leía también en una pancarta que tres alumnas sujetaban con sus manos.

En el pabellón estuvieron representantes de la Junta de Personal, el alcalde del pueblo, Sergio Mora, y miembros del equipo municipal de gobierno, además de la delegada provincial de Igualdad, Nuria Cogolludo. Intervinieron igualmente un representante del profesorado (Eugenio Luján), otro de los padres y madres, además de un alumno, David Moreno, en nombre del resto de educandos. «Tenemos que estar tristes por lo que pasó a todos. Ayer agredieron a Fran, a Ana y a otras profesoras. Pero ayer nos agredieron a todos », lamentó ese estudiante micrófono en mano, que habló durante cinco minutos sin leer sus apuntes. «Han agredido los valores de este instituto; han agredido al respeto, a la inteligencia... han agredido a todos ellos, porque ellos son los que nos educan, los que nos enseñan; los que nos enseñan que la violencia no puede estar en nuestras vidas», relató.

«Porque nada justifica la violencia y los conflictos se resuelven a través del diálogo y mediante la palabra» , fue otro de los mensajes que se oyó entre las paredes del polideportivo. Y se alzó además la voz para dejar claro que los centros educativos «deben ser espacios de convivencia, respeto y diálogo».

«La palabra es lo que nos diferencia de los animales. Los griegos, pueblo mágico, utilizaron un concepto como logos para unir las dos facultades más características de las personas. Logos es razón, pensamiento, reflexión; pero también es palabra, lenguaje, expresión», dijo Eugenio Luján, el docente que habló en representación del claustro de profesores.

En realidad, Luján leyó el manifiesto contra la violencia elaborado en nombre del instituto, que se hizo viral y que fue leído también en otros centros, como el IES Sefarad de Toledo. «Solo el conocimiento te hace libre. Solo el respeto te hace tolerante. En la sociedad no necesitamos animales que, con golpes y a la fuerza, impongan sus ideas; sino ciudadanos que mediante el diálogo y la compresión mutua tiendan puentes sobre sus diferencias. Construyamos, por fin, nuestro presente desde la palabra, y desterremos el odio, la intolerancia y la mera fuerza bruta», se reclama en el escrito.

El padre: «Solo tuve palabras con un profesor»

La madre de la alumna defiende a su pareja y afirma, en declaraciones a Telecinco, que su hija es víctima de acoso en el instituto por parte de los profesores y educadores, que «la insultan». «La acusaban de querer pegar a una niña, cuando era al revés» , añade. «La tienen manía», responde su progenitora, quien presenció el episodio violento. Ella explica que el padre reaccionó por «un impulso» al ver a su hija llorando y «pegó a Fran -el educador social-, solamente a Fran; le dio dos bofetadas y ya está. Y nos fuimos».

Por su parte, el padre asegura a Telecinco que «uno ha hecho lo que tenía que hacer por su hija» y afirma que él solamente agredió al educador social. «Solo tuve unas palabras con un profesor y ya está. La cosa se calentó y nada más. Al profesor lo agredí en el momento que yo lo empujo, nada más. Lo empujé porque él amenazó a mi hija. La llama tonta y lo peor es cuando le dice que se va a enterar. Entonces yo quiero saber en qué consiste eso de 'que se va a enterar'», manifiesta el progenitor. Dice que se arrepiente de su acción «porque no son los medios», aunque desliza: «También habría que mirar otras cosas e investigar otras cosas».

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