La fiebre del pádel se está fabricando en Azuqueca
La empresa StarVie ha pasado de vender 30.000 palas en el 2020 a una previsión cercana a las 100.000 para este año. Y más del 50% por ciento van fuera, llegando a 46 países
Todo el mundo conoce a alguien que desde que empezó esto del coronavirus se ha enganchado al pádel. Un amigo, la novia, el cuñado, la hermana o ese compañero de trabajo que te cae mal. Y si no conoces a nadie, a mí no me engañas, probablemente seas tú el que se ha aficionado a coger la pala. La fiebre del pádel no para de crecer. Aunque es cierto que ya en el año 2019 superó al tenis en número de licencias en España, también lo es que la pandemia ha impulsado aún más este deporte al que se juega en pareja.
La empresa StarVie , que tiene dos naves en Azuqueca de Henares, ha pasado de fabricar 30.000 palas en el año 2020, a 62.000 en 2021 y a una previsión cercana a las 100.000 para este 2022 . De hecho, están ampliando las instalaciones para acelerar la producción y la idea es fabricar unas 15.000 al mes cuando acaben las obras y estén a pleno rendimiento. Ahora mismo cuentan con 53 empleados en la fábrica y 14 en la oficina, además de ocho agentes comerciales por toda España, que son autónomos.
«La curva de aprendizaje en el pádel es muy rápida. Yo he sido entrenador de tenis y sigo jugando, pero para enseñar a alguien a sacar tardas tres años y en el pádel, con un mes de clases, ya te lo estás pasando genial. Y luego está el aspecto social: juegas cuatro, el cachondeo, la cervecita de después... El pádel engancha; en cuanto lo pruebas, te quedas. Y también es un deporte muy practicado por las mujeres: vas a un club con diez pistas y en más de la mitad están jugando chicas», afirma Jorge Gómez de la Vega, director general de StarVie, un economista madrileño de 60 años, con experiencia previa en banca y consultoría.
Gómez de la Vega predice que «el próximo boom va a ser fuera de nuestras fronteras». StarVie ya está mandando al extranjero más del 50 por ciento de su producción y vende palas a 46 países . «Los dos mercados más importantes en Europa son el italiano y el sueco, pero aún queda mucho por crecer en Alemania, Francia, Bélgica, Portugal o los países nórdicos. En América, Chile va como un tiro y Uruguay, Paraguay y Brasil. Y en México también hay mucha implantación. Y en Estados Unidos hay un multimillonario que tiene un proyecto para construir 4.000 pistas. Y en los Emiratos Árabes Unidos se han vuelto locos y están creando clubes cada semana. Mientras en el tenis hay 150 federaciones nacionales, las de pádel no llegan a 60», desgrana.
StarVie fue creada en el año 2002 en Barcelona por dos aficionados que importaban las palas de China y Argentina. Gómez de la Vega compró la marca en 2008 con un socio inversor y en 2013 «sacamos la primera colección ‘made in Azuqueca’». En España se vendieron 1,2 millones de palas el año pasado y otro millón más pasó la aduana. El director general asegura que no hay ninguna fábrica tan grande como StarVie y que una de las ventajas es que, al producir en territorio nacional, se ahorran el coste del transporte. «Si antes un contenedor te costaba 2.500 euros, ahora son 15.000 ó 18.000, una salvajada», dice.
Además, Gómez de la Vega es el presidente del Clúster Internacional del Pádel, con sede en Sant Quirze del Vallés (Barcelona), que trata de unir a todas las empresas de este deporte para tener más fuerza. Sobre todo, «para que no vengan los alemanes o los suecos y nos quiten el pastel».
Un proceso artesanal «en un 98 por ciento»
El proceso de fabricación de una pala de pádel en StarVie es artesanal «en un 98 por ciento». Se hace todo a mano excepto el agujereado de la pala, para lo cual se utiliza un taladro.
Dependiendo del modelo, cada pala tarda en estar lista entre diez y quince días. Y cada una de ellas pasa por una docena de fases principales de fabricación: diseño, troquelado, moldeo, rebabado, lavado, enmascarado, imprimación, manipulación, pintado, calca, mecanizado y acabado.
La marca StarVie tiene cinco gamas de palas: Premium (la más cara cuesta 379,90 euros), Universe, Star, Discover y Junior. La gama más baja viene de China y Pakistán,«que no engañamos a nadie».
Noticias relacionadas
