Los termómetros funcionarán en un «máximo» de dos semanas

Hace ya un año que los termómetros desaparecieron de las calles de Toledo, un año que ha dejado huérfanas las conversaciones de vecinos, en la parada del autobús, comentando las altas temperaturas del estío. Con un nuevo y asfixiante verano encima, la ciudad sigue sin tener activos estos dispositivos que, aunque parezca mentira, son muy consultados por la ciudadanía.

Problemas burocráticos y administrativos han retrasado la puesta en marcha de estos dispositivos, algunos de los cuales han sido ya instalados aunque presenten sus pantallas en modo «fundido a negro». «Hemos tenido algún problema de papeleo con las empresas instaladoras, pero ya está solucionado», dijo ayer a ABC Francisco Armenta, jefe del Gabinete de Comunicación de la Alcaldía.

A falta de un permiso de Iberdrola, todo apunta a que la intalación estará lista en un «máximo de dos semanas», asegura Armenta, quien confirmó que la instalación del cableado está terminada y que los toledanos disfrutarán con «total seguridad» de los nuevos instrumentos de medición de temperatura antes, por supuesto, de que termine el verano.

Los nuevos termómetros estarán situados en la Avenida de Barber, Marqués de Mendigorría, Avenida de Portugal, Avenida de Europa, Avenida de Irlanda, Avenida de Madrid, Avenida de la Reconquista, Paseo de la Rosa, Paseo de Merchan, Avenida Río Estenilla, Avenida Río Boladiez y Estación de Autobuses.