Un cofrade de la Hermandad del Cristo de los Ángeles
Un cofrade de la Hermandad del Cristo de los Ángeles - Luna Revenga
25 AÑOS DE ABC TOLEDO

Semana Santa: silencio y sobriedad en un escenario sobrecogedor

Declarada en 2014 de Interés Turístico Internacional, la fiesta religiosa ha ido ganando en participación y fervor

Toledo Actualizado: Guardar
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Entre todas las semanas del año, la más importante para los cristianos es la Semana Santa, que ha sido santificada precisamente por los acontecimientos que conmemoramos en la liturgia y consagrada a Dios de manera muy especial. La Iglesia, al conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Cristo, se santifica y renueva a sí misma. Esta semana se conoció también antiguamente como «la semana grande», título que conservó hasta hace poco en el breviario romano 1. En ella se celebra el misterio de la redención. Los cristianos de la antigüedad estaban bien persuadidos de su grandeza; un escritor de los primeros siglos la resumió en esta frase lapidaria: «Pascua es la cumbre».

Celebramos de manera intensa la entrega de Dios a su pueblo por amor; el quedarse con nosotros en la Eucaristía , regalarnos el sacerdocio y comprometerse con nosotros lavándonos incluso los pies ( Jueves Santo); agradecer la entrega de Jesús en la Cruz (Viernes Santo); experimentar la soledad cuando nos separamos de Dios y la necesidad de tener como mediadora a nuestra Madre María ( Sábado Santo); y gozar del triunfo de nuestra esperanza con la Resurrección del Señor (Domingo de Resurrección ).

Cada toledano estos días se para delante de Dios y le mira, le pide, le invoca, le da gracias, le canta una saeta…o sencillamente llora y expresa un sentimiento noble, profundamente arraigado en todos nuestros pueblos de España. En Toledo, nuestra Semana Santa es expresión de comunión y tolerancia. Aquí en Toledo pasarás de ser un mero espectador a ser protagonista. Así afirmaba Madre Teresa de Calcuta: «..o eres un simple espectador o te comprometes con la gente».

Suelo afirmar que Toledo se convierte estos días en una pequeña Jerusalén. Es curiosa su semejanza por sus calles y el empedrado de sus cuestas, por la austeridad. Jesucristo sigue saliendo a nuestro encuentro; nos busca y nos espera con amor de hermano. Este año de la Misericordia es expresión viva de su amor. Las procesiones toledanas conjugan dos características peculiares: silencio y sobriedad. Cada año nos visita más gente, y suelen comentar el respeto y profundo silencio de nuestras comitivas y la sencillez de sus expresiones.

Recordemos algo de la historia reciente en estos 25 últimos años desde la creación de la Junta de Cofradías de Semana Santa. Revisando el programa del año 1956, escribía T. Rodríguez Bolonio que haría bien en no venir a Toledo quien buscase ruido y folclore, no hallaría consuelo, pues aquí «encontrará impulsos que muevan su alma…tanteando en las tinieblas la luz; porque en Toledo, corazón de Castilla, las procesiones son sobrias, son austeras, son conmovedoramente ascéticas, singularmente las llamadas de penitencia; en ellas el ruido se hace susurro y el rumor silencio».

Quiero recordar al cardenal de Toledo, primado de España, Marcelo González Martín, que en 1989 consideró la necesidad de crear una Junta de Cofradías y Hermandades para coordinar los actos de la Semana Santa. Le hizo el encargo a Manuel Lanza Morales. Y gracias también a los siguientes arzobispos y cardenales Francisco Álvarez, Antonio Cañizares y Braulio Rodríguez, que han alentado el trabajo cofrade. A los anteriores presidentes Andrés Sánchez Escobar, Manuel Lanza Alandi, Agustín Granados y Fernando de la Macorra, mi respeto y consideración para todos ellos, porque ninguno escatimó esfuerzo para engrandecer la Semana Santa toledana.

Manuel Lanza, con el encargo del cardenal, reúne a los hermanos mayores y eligen presidente a Andrés Sánchez Escobar, quien inicia las relaciones institucionales con los organismos oficiales de la ciudad y con el Cabildo de la catedral primada, consiguiendo ayudas para la confección del programa informativo y cartel de Semana Santa. Consigue aunar en una sola procesión todas las imágenes que saliendo desde distintos lugares de la ciudad, hicieran el recorrido conjunto por las calles principales, procesión que el Viernes Santo se sigue manteniendo. En 1997, Manuel Lanza potencia el acto del Pregón de la Semana Santa, crea el ciclo de conferencias y el «Sermón de las Siete Palabras» se celebra en la Plaza del Ayuntamiento por primera vez. En 2001 colabora para recuperar la imagen del Santísimo Cristo de los Ángeles, que procesiona desde entonces los Martes Santos.

En 2002, Agustín Granados continúa en la línea anterior, recupera la imagen del Resucitado de la Iglesia de San Miguel, propone y apoya a la cofradía que quiera hacerse cargo de la imagen de Cristo Rey en su entrada triunfal en Jerusalén, para que el Domingo de Ramos procesione en la ciudad, haciéndose cargo la Hermandad de Nuestra Madre María Inmaculada en su Mayor Angustia y Piedad, y procesiona por primera vez en 2008. Inicia gestiones con la Junta de Comunidades para recuperar la imagen del Santísimo Cristo de la Humildad, y en la Semana Santa del 2008 sale en procesión por primera vez por la calles. Es el 9 de marzo de 2006 cuando la Semana Santa toledana es declarada de Interés Turístico Nacional.

En 2007, Fernando de la Macorra, unido al sacerdote Consiliario de la Junta de Cofradías, José Antonio Jiménez (un servidor), con la reciente declaración de Interés Turístico Nacional, dan un giro al formato informativo de divulgación de la Semana Santa y cartelería, que se continúa haciendo. Adquieren el compromiso con las autoridades para firmar convenios de colaboración que potencien la Semana Santa, y que hoy se mantienen.

En 2010, procesionan en Toledo dos nuevas cofradías, la del Santísimo Cristo Nazareno Cautivo y la Cofradía de Penitencia del Santo Cristo del Amor. Ese mismo año es nombrado presidente Antonio Torres Márquez, quien firma un convenio con el Ayuntamiento para la cesión de la casa del párroco de la Iglesia de San Sebastián a la Junta de Cofradías como sede de la misma. Nosotros la llamamos «la casita de las Cofradías». Por fin, en septiembre de 2015 será una mujer, la primera en la historia de la Junta de Cofradías, quien sea elegida presidenta: Ana Pérez Álvarez.

Ya es reconocida la Semana Santa toledana en toda España como una de las mejores, todo gracias al esfuerzo y dedicación de los centenares de hombres y mujeres que forman nuestras Cofradías y Hermandades. Su compromiso ha sido fundamental para que esta tradición religiosa haya afrontado renovación e impulso como jamás tuvo en el pasado. Circunstancias que han sido valoradas por las Instituciones de la ciudad, hasta conseguir que en el año 2014 la Semana Santa fuese reconocida de Interés Turístico Internacional.

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