Manuel Vilas presenta en CiBRA 'Los besos', una oda al amor en tiempos de Covid
Con un trasfondo quijotesco, el escritor aragonés llega este jueves a Toledo, lugar donde Cervantes dijo que nació la historia del Ingenioso Hidalgo, para presentar su novela a las 18.00 horas en la Venta de Aires
Como si de un caballero andante se tratara, Salvador, el protagonista de la nueva novela de Manuel Vilas (Barbastro, Huesca, 1962), ' Los besos ' (Planeta), es capaz de cometer locuras por su amada. Y es que la obra más universal de Miguel de Cervantes sirve al autor como hilo conductor para narrar las aventuras y desventuras de este loco de amor para el que los libros, como le pasa a don Quijote, son también un bálsamo.
Con este trasfondo quijotesco es con el que Manuel Vilas llega este jueves a Toledo, lugar donde Cervantes dijo que nació la historia del Ingenioso Hidalgo, para presentar su novela dentro del Festival del Cine y la Palabra (CiBRA) a las 18.00 horas en la Venta de Aires. Allí, los lectores de este autor, uno de los mayores referentes de la literatura española actual, podrán comprobar su evolución narrativa.
Desde el desgarro emocional de 'Ordesa' en 2018, con la que se consagró, pasando por la 'Alegría' de 2019, con la que fue finalista del Premio Planeta, hasta ' Los besos ', en 2021, Manuel Vilas ha cambiado mucho su forma de escribir, al mismo tiempo que le iban sucediendo cosas en su vida y en las de todos nosotros. Esta última novela, eso sí la primera de ficción, nos descubre el sentido más profundo de nuestra existencia y el equilibrio perfecto entre el erotismo y la ternura.
'Los besos' es una historia de amor en mayúsculas, un amor romántico e idealizado, pero también de piel y carnal. Una obra luminosa que nos demuestra que enamorarse, a cualquier edad, es la auténtica tabla de salvación en un mundo en crisis. En ella se cuenta como un profesor de 58 años, Salvador, abandona Madrid por prescripción médica y se marcha hasta una cabaña en la sierra, con una maleta llena de libros, entre los que destaca el Quijote , que le servirá como fuente de inspiración y refugio mientras el mundo se bate en duelo con el gigante Covid-19, al igual que el Ingenioso Hidalgo hiciera contra los molinos.
Es en ese contexto en el que el protagonista de la novela conoce a una mujer apasionada quince años menor, Montserrat, que es quien le lleva la compra de la única tienda que hay en el pueblo donde se instala. Es así cómo nace entre ambos una relación que va más allá de lo ordinario, pues a la atracción física se une el compartir un pasado y unas ilusiones que les hacen juntarse más y más, en un tiempo marcado precisamente por el distanciamiento social.
Estos son los ingredientes con los que se han elaborado 'Los besos', donde el idealismo, encarnado por Salvador lucha por convivir con el realismo que representa Montserrat, a la que el protagonista llama Altisidora en otra reminiscencia quijotesca. Y es que esta novela es también un gran homenaje a Cervantes: Vilas retrata a su Salvador como un tierno Quijote del siglo XXI , majestuoso y sentimental.
En deifinitiva, una obra que conmueve y nos hace reflexionar sobre el mundo que nos rodea, el sentido de la vida, la maternidad, el amor y los besos como una tabla de salvación. Para muestra lo que dice en un momento de la novela Salvador: «No existen palabras, simplemente son los besos, esas luces intensas en el camino de la vida, esas luces cegadoras tras de las cuales está otro ser humano, esperándote en un acto de eternidad consentida por la muerte. Eso son los besos. Al fin sé qué son los besos».
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