Barreda: «Ahora apoyo plenamente a Pedro Sánchez»

El político del PSOE no piensa volver a la política y regresa a la Universidad: «Es una nueva etapa de mi vida»

Barreda, a la derecha, en el homenaje a Juan Sánchez este miércoles en la Bibioteca de Castilla-La Mancha H. FRAILE
María José Muñoz

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El socialista José María Barreda, que dejó su escaño en el Congreso de los Diputados en febrero de 2019 y abandonó la vida pública por discrepancias con la política de Pedro Sánchez, -especialmente por la polémica figura del relator que se pretendía introducir en las negociaciones del Gobierno central con Cataluña-, ha vuelto a la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) como perofesor titular que es de Historia Contemporánea.

Ha sido este mismo miércoles, 16 de octubre, cuando ha vuelto a las aulas en Ciudad Real, y tras pasar tres meses de reciclaje, de ponerse al día con lecturas y bibliografía atrasada.

Vuelve Barreda a la docencia después de más 30 años dedicado a la vida política, donde ha sido casi de todo: presidente de Castilla-La Mancha, vicepresidente, consejero y dputado nacional hasta este mismo año, pero sin acabar la legislatura. Le encontramos y conversamos brevemente con él en el homenaje que la ciudad de Toledo ha rendido este miércoles a Juan Sánchez , expresidente de la Biblioteca regional, centro que se decidió instalar en el Alcázar de Toledo cuando él era consejero de Cultura con José Bono.

-¿Cómo se sintió al entrar en el aula después de tanto tiempo?

- Sí, seguramente son demasiados años, no echo la cuenta porque no quiero que me produzca vértigo. Yo, antes de ser consejero, era profesor de Historia Contemporánea en la Universidad Complutense, en el Colegio Universitario, ya había leído la tesis, era doctor, y luego me incorporé a la vida política. Siempre pensé que quería jubilarme desde la universidad, no desde la política. Cuando acabó la legislatura anterior ya vi que era el momento de incorporme a la universidad y estoy encantado. En el departamento tengo un ambiente estupendo, los compañeros son maravillosos, me han recibido con los brazos abiertos, los alumnos igual. He rejuvenecido, he rejuvenecido realmente.

-¿De qué ha hablado a sus alumnos este primer día?

-Ha sido una clase de master, un tema muy bonito sobre el peso del pasado, la utilización de la Historia..., las identidades.

-Muy actual, realmente.

-De una actualidad rabiosa, sí. Los alumnos se lo pasaron bien y luego tuvimos un oloquio muy amplio y muy vivo.

-Usted dejó su escaño por discrepancias con la política del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. ¿Ahora cómo se sentiría con él?

-Yo ahora le apoyo plenamente en lo que está haciendo . Además, creo que es un momento crucial en el que las discrepancias, sean pequeñas o sean mayores, entre los que defendemos la Constitución, -con todo lo que eso significa y todos sus artículos, incluido el artículo VIII-, no deben impedir que estemos con el Gobierno frente a un intento inaceptable de secesión, de ruptura y de independencia, como pretende una parte de los catalanes.

-¿No estará arrepentido de haberse ido?

--No, no, la decisión la hubiera tomado en cualquier caso, ya la había anunciado y también a mi federación en Castilla-La Mancha y en Ciudfad Real, que no iba a seguir, que lo dejaba.

-¿Piensa volver a la política algún día?

-No, no, porque cada momento tiene su afán. Yo ahora me he incorporado a la universidad, tengo pendiente acabar un par de libros y estoy participando ya en los seminarios. Es una etapa nueva de mi vida.

-¿Hacia dónde va España ahora, le preocupa?

-Naturalmente, me preocupa mucho.

-¿Y hay solución?

-Sí. Yo creo que lo que deberíamos recordar en momentos como el actual es para qué sirve la política, como decían los clásicos. Hay una frase de Plutarco que para mí siempre ha sido una guía de comportamiento: la finalidad de la política es sustraer al odio su carácter eterno, es decir, no supeditar el pasado al presente para poder organizar la convivencia. Si estás permanentemente alimentando rencores y odios, y fomentando el enfrentamiento...es el cainismo, y bastante ha habido en la Historia Contemporánea de España, que ha sido una sucesión ininterrumpida de guerras civiles. Por lo tanto, la responsabilidad de la gente es la de no fomentar el cainismo, hay que hacer pedagogía politica de la convivencia y del diálogo. Fíjese lo importante que es supeditar el pasado al presente para poder organizar la paz y la convivencia. Cuando en el año 88 se reunieron en Bruselas los israelíes y los palestinos, lo primero que dijeron al sentarse en la mesa fue: olvidemos el pasado porque si no no podremos ni hablar.

-¿Se podrá hacer eso en España alguna vez, olvidar el pasado?

-Bueno..., yo creo que sí.

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