Alfonso González-Calero - ARTES&LETRAS CASTILLA-LA MANCHA

Mausoleos medievales: arte y prestigio

La escultura funeraria y los fundamentos estéticos de los siglos XIV y XV

Alfonso González-Calero
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Las investigaciones en nuestra Historia del Arte (como las de Historia en general) han avanzado mucho en estos años, notablemente desde la existencia de la Universidad regional. Con todo, no son muchos los estudios académicos que toman como ámbito de estudio el de la propia región en su conjunto, por lo que es de agradecer, más aún, este libro de la doctora Sonia Morales Cano sobre un tema tan interesante y poco conocido, globalmente, como la escultura funeraria gótica en Castilla-La Mancha.

Para los profanos en la materia, pensar en estas manifestaciones artísticas nos lleva a imaginar la capilla del Doncel en la catedral de Sigüenza, la de don Álvaro de Luna en la catedral de Toledo y-a quienes somos de Ciudad Real-, la del canónigo Fernando de Coca, en la iglesia de san Pedro de esta ciudad.

Y poco más. Y sin embargo son muchas más las piezas que conviene conocer si nos referimos a este estilo y a este periodo.

Escultura funeraria gótica en CLM. Sonia Morales Cano
Escultura funeraria gótica en CLM. Sonia Morales Cano

El presente libro pone de relieve, por ejemplo, cómo el taller escultórico más importante a finales del siglo XIV estuvo en Toledo, y fue dirigido por Ferrand González, y desde la hoy capital regional irradió su influencia a buena parte de Castilla (Ávila, Cáceres, Cuenca, Cantabria, Sevilla o incluso Álava). También nos habla de cómo medio siglo después la escultura funeraria vuelve a revivir con la influencia de los maestros llegados de la Europa central y del Norte (Juan Guas, Egas Cueman, y Hannequin de Bruselas, entre otros, o un importante discípulo de estos, Sebastián de Toledo).

La autora de este libro parte de la idea de que la escultura funeraria de este periodo (siglos XIV y XV, sobre todo) «tiene un profundo sentido religioso pero también un marcado carácter didáctico-memorial. Al margen de su indudable valor y calidad artística es un documento imprescindible para conocer en profundidad las creencias, las inquietudes, los valores y los fundamentos estéticos de la época de su creación».

Es indudable que en aquella época, y todavía muchos siglos después, las personalidades más destacadas en la esfera del poder (político, económico o religioso) pensaban que disponer de una sepultura digna era no solo un medio para que su recuerdo perdurara a través de los tiempos, sino también una forma de contribuir a asegurar la salvación de su alma, al tiempo que suponía una destacable inversión. Por lo cual muchos de ellos no dudaron en encargar a afamados artistas estos mausoleos y negociar luego que a su muerte fueran instalados en espacios preeminentes de los principales templos.

Además de los lugares mencionados al principio de esta nota, en el libro aparecen grupos escultóricos radicados en el convento de Calatrava la Nueva (en la provincia de Ciudad Real); en el monasterio jerónimo de Lupiana (Guadalajara); en el castillo-convento de la orden de Santiago en Uclés (Cuenca), etc.

Sobre el mismo tema, circunscrito en este caso al ámbito de Toledo, la autora (que es Profesora Ayudante Doctor en la UCLM-Ciudad Real) ya había publicado, en 2013, Moradas para la eternidad. La escultura funeraria gótica toledana, en la editorial Biblioteca Nueva.

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