ARTES&LETRAS CASTILLA-LA MANCHA

La Mancha en el Quijote: más allá de los 'modelos vivos'

Francisco Javier Escudero Buendía aborda personas y personajes de la obra universal de Cervantes

MIGUEL ZUGASTI

El cervantismo está de enhorabuena con la reciente publicación de Francisco Javier Escudero Buendía , Personas y personajes del 'Quijote' (Toledo, Almud ediciones de Castilla-La Mancha, Biblioteca Añil, 2021). Contundente monografía que comprende tres volúmenes, dedicados a Los personajes históricos de La Mancha (I), La construcción del personaje de Alonso Quijano (II) y Aldonza Lorenzo y Dulcinea (III).

El lector no iniciado en trampantojos de la crítica literaria se sorprendería de saber cuántos cervantistas han discutido e incluso negado la vinculación de las andanzas de don Quijote con las tierras y gentes de La Mancha . El empeño de Escudero Buendía es demostrar justo lo contrario: que los capítulos iniciales de la novela de 1605 y alguno más de 1615 cobran especial relevancia al conectarlos con individuos manchegos que, por razón de sus dichos y hechos (casi siempre conflictivos), dejaron huella documental en los archivos. Fueron individuos de carne y hueso que Cervantes no los tuvo por qué conocer (no consta que el escritor residiera alguna vez en La Mancha), pero que bien pudo oír de ellos cuando fundó hogar en la vecina Esquivias o cuando transitaba por los caminos y ventas de la región. Personas y personajes del 'Quijote' desempolva de los archivos parroquiales, municipales, provinciales… docenas de biografías del común de las gentes manchegas que trazan un mosaico sobre el cual podemos superponer con llamativas coincidencias no pocas páginas del Quijote. El área privilegiada en la pesquisa es la formada por el triángulo que une los lugares de El Toboso, Quintanar de la Orden y Miguel Esteban ; la época a desvelar se corresponde poco más o menos con la penúltima década del siglo XVI (1578-1591).

Las coincidencias entre La Mancha auténtica y el Quijote empiezan por la onomástica, con un diluvio de Quijadas, Quijanos, Aldonzas, Lorenzos, Haldudos, Berengueles, Ricotes, Camachos, Muñatones, Alonsos, Vivaldos, Grisóstomos, Palomeques, Carrascos … que pululan por ambos mundos, el real y el imaginario. Nada extraño ante una novela de ambiente verista como el Quijote , pero no está de más señalar que tal catarata de nombres compartidos excluye cualquier opción de que el hecho sea casual. Ascendemos un peldaño más al descubrir que hay no pocos lances, anécdotas, chascarrillos, cuentecillos locales con aroma folclórico… que trazan posibles puentes entre La Mancha histórica y la novela . Ejemplo notorio es Juan Haldudo , rico ganadero de la época (¿con fama de abusador?) que aflora en el cuarto capítulo; o el de cierto escándalo por un suicida enterrado fuera de sagrado que enfrentó a los tobosinos con los de Mota del Cuervo (evocación del desesperado Grisóstomo ). De mayor enjundia será pergeñar el carácter de don Quijote, pues si bien no hay rastros de hidalgos de la época que fueran lectores compulsivos, sí hubo otros que arremetieron contra los molinos de viento en El Toboso, se exhibían ufanos con armadura ante el asombro general, o morían de melancolía. Y lo mismo cabe decir para distintas labradoras tobosinas que podrían perfilar la figura de Dulcinea . Un tercer estadio nos traslada a la geografía de La Mancha como objeto literario, espacio rural por excelencia, paso obligado de las rutas que unían Madrid con Andalucía y el Levante español.

Entonces, nos preguntaremos, ¿acaso el libro que reseñamos propone una relación directa, vertical, entre estos datos de archivo y la pluma de Cervantes? ¿Estas biografías rescatadas del olvido inspiraron al Manco de Lepanto? ¿Escudero Buendía nos propone nuevos modelos vivos para la novela? No hay tal cosa , y aquí radica el novedoso enfoque del audaz investigador. Su propuesta es que entre las noticias que él saca a luz y el Quijote no hay conexiones de verticalidad, sino de transversalidad u horizontalidad. Cervantes ordena su información en planos superpuestos del relato , los pasa por el filtro personal y los rehace a su antojo (voluntad de estilo, la piedra de toque de un escritor). La creatividad cervantina, su radical originalidad a la hora de manipular (en sentido literal) datos, fuentes, modelos… planea por encima del simple acarreo de materiales, pues los subsume a todos, los asimila y domina con su magistral técnica narrativa ; y con ello los trasciende, los transforma, los convierte en otra cosa, en algo diferente de lo que eran en su estadio primigenio: en novela pura.

En efecto, el Quijote es novela pura, novela total, novela río, novela abierta construida sobre huellas previas que ayudaron a la formación del autor. Si es punto pacífico de la crítica que Cervantes bebe de fuentes literarias (novelas de caballerías, pastoriles, cortesanas, picarescas…, los clásicos grecolatinos, el Entremés de los romances …), que se nutre de la tradición folclórica (refraneros y romanceros populares, cuentecillos orales como el del rebuzno), de la hagiografía, de los escritos militares, de su propia biografía… Si hay acuerdo general en esto, entonces Personas y personajes del 'Quijote' nos demuestra que también hubo una realidad manchega, con sus paisajes y gentes , de la cual Cervantes se empapó a placer a la hora de componer el Quijote . Y no solo el Quijote , pues lo mismo se atisba en el Persiles y en varias novelas ejemplares, pero eso será ya cuestión de un futuro libro de Francisco Javier Escudero Buendía.

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