El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page

Page, dispuesto a hablar con Podemos CLM de listas conjuntas al Senado

Condiciona esta decisión a que las listas sean «consensuadas» con Ferraz

Toledo Actualizado: Guardar
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El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha respondido a la petición por carta de Podemos de consensuar en la región una candidatura para el Senado que el PSOE «aprueba sus listas con los mismos estatutos en toda España». «Yo soy partidario de que las posiciones de cada territorio se pongan en cohesión con las del partido a nivel nacional y se hagan unas listas consensuadas», ha señalado.

Igualmente, ha dicho que no tiene «ningún problema ni ninguna duda» en hablar con los dirigentes de Podemos sobre cualquier tema, pero ha criticado «la manía que tienen de escribir cartas». A su modo de ver, la intención del responsable de Podemos al mandarle una carta tiene como objetivo que se enteren antes «los periodistas» que él mismo.

«Deja muy claro lo que se pretende», ha afirmado.

Así ha reaccionado el jefe del Ejecutivo regional en una entrevista en Radio Castilla-La Mancha, recogida por Europa Press, después de que el secretario regional de la formación morada, José García Molina, haya enviado una carta a García-Page en la que invita al líder de los socialistas castellano-manchegos a participar, durante los próximos días, en una reunión que sirva para crear las condiciones que permitan alcanzar dicho acuerdo.

Su pronóstico para el 26J

Sobre los resultados de las elecciones del 26 de junio, ha asegurado que habrá «bastantes cambios» respecto a los comicios del 20 de diciembre aunque ha indicado que "no habrá mayorías absolutas» y los ciudadanos tendrán «una posición clara de dónde tienen que ir».

A su juicio, es positiva «segunda opinión médica» ya que no han «encajado las piezas» en un primer momento, al tiempo que se ha mostrado convencido de que después de estas segundas elecciones habrá «un ejercicio de concordia», confiando en que el desafío independentista no sea «una piedra» en el camino que impida lograrlo.

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