Marsodeto, 30 años abriendo caminos

Esta federación está compuesta por 15 entidades que prestan servicios a más de 2.200 personas con discapacidad

Marcha de Marsodeto antes de la pandemia H. Fraile

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Decía el actor y dramaturgo estadounidense Neil Marcus que «la discapacidad no es una lucha valiente o coraje en frente de la adversidad. La discapacidad es una forma ingeniosa de vivir». Una forma de vivir a la que el sacerdote Marcelino Casas Puen te supo dar visibilidad rompiendo viejos estigmas mediante una lucha tenaz de sus derechos, a pesar de los estereotipos y prejuicios sociales.

Corría el año 1980 cuando un grupo de maestros cristianos, bajo la dirección espiritual de este religioso, se reunía en la comarca de La Mancha, La Sagra y zona de Torrijos. Surgía Marsodeto , la Federación Provincial de Entidades Pro Personas con Discapacidad Intelectual y Parálisis Cerebral de Toledo , como una caminata de solidaridad con las personas con discapacidad de Toledo y sus familias.

Las primeras marchas —recuerda María de los Ángeles del Cerro, miembro de la Junta directiva desde sus inicios— se hicieron partiendo desde el colegio toledano Tavera y yendo hasta Olías del Rey; incluso en alguna ocasión hasta el paso a nivel de Cabañas de la Sagra. Pero con el paso de los años, este itinerario cambió, arrancando desde el colegio Nuestra Señora de los Infantes y dando la vuelta al Valle (actual recorrido de la marcha).

«El esquema era sencillo. Cada marchante se proveía de un carné y se recaudaba dinero por distancia recorrida a través de patrocinadores. Llegaban a participar hasta 2.000 personas porque en aquel entonces era el único evento que existía en la ciudad de Toledo», recuerda.

Once años después, en 1991, se constituyó legalmente la Federación Provincial Marsodeto. Aglutinó a muchas asociaciones de atención a personas con discapacidad intelectual y sus familias de la provincia de Toledo. Actualmente forman parte de ella 15 entid ades, que prestan de una manera directa o indirecta apoyo a más de 2.275 personas y sus familias, contando con más de 580 profesionales .

«En estos 30 años, hemos visto que la sociedad ha cambiado; que van viendo la discapacidad de otra manera; que el trabajo que realizamos las entidades va calando en la sociedad, aunque todavía vemos que hay que seguir luchando para conseguir la tan ansiada plena inclusión», afirma Carmina Rodrigo, actual gerente de la federación.

El estigma social que marca a este colectivo constituye una de las principales barreras para su inclusión social en las actividades de la vida cotidiana. La inserción laboral es un ejemplo. «Hay discapacitados que no tienen esa facilidad para acceder al mercado laboral; por eso existen las áreas de capacitación para conseguir que accedan a ese puesto de trabajo», explica.

Pero no solo el acceso al mercado laboral es una tarea pendiente. También la falta de viviendas tuteladas y de residencias supone un «handicap» a la hora de conseguir una mayor autonomía. Una situación que se ve agravada en las zonas rurales donde «hay menos recursos y todo es más costoso», lo que les obliga a seguir viviendo con sus progenitores.

Marsodeto forma parte del movimiento asociativo Plena Inclusión Castilla-La Mancha , que agrupa a 60 entidades en toda la comunidad autónoma. Al año llevan a cabo una serie de actividades con el fin de concienciar y sensibilizar a la sociedad actual, como son el concurso de dibujo y lema; convivencias deportivas; encuentro-desayuno entre las entidades de la provincia; partido de fútbol por la Plena Inclusión o el concurso de escultura. Aunque sin duda, una de las actividades que mayor ilusión despierta entre sus miembros es la actividad «Conocemos a nuestro padrino».

Durante todos estos años, han tenido la oportunidad de conocer a diferentes personalidades del ámbito social, cultural o político: Fructuoso López (2016), presidente y fundador de Joma; Ángel Felpeto (2017), exconsejero de Educación; Jesús Fernández Vaquero (2018), fallecido recientemente y expresidente de las Cortes de Castilla-La Mancha; la Academia de Infantería (2019), institución que a día de hoy se mantiene en el cargo por la pandemia del Covid, y Eugenio de Mora (2015), torero y uno de los que más expectación ha despertado entre los jóvenes.

30 años no son nada

¿Anécdotas? Hay muchas en estas tres décadas, pero ambas coinciden en que la actividad «Conocemos a nuestro padrino» es una de las que más momentos especiales les ha regalado. «Este encuentro lo viven de una manera muy cariñosa y festiva. Todos quieren estar con su padrino y abrazarlo y, a la vez, en el padrino se produce una sensación de plenitud y satisfacción. Se trata de un intercambio de ternura y cariño entre nuestras personas con discapacidad y el padrino; incluso para los padrinos que desconocen el mundo de la discapacidad es una experiencia maravillosa», afirma Del Cerro.

El pleno por la Discapacidad Intelectual y la Parálisis Cerebral en las Cortes de Castilla La Mancha es una actividad creada por la expresidenta del parlamento castellanomanchego María Blázquez cuando fue madrina en 1999. Supone, para los miembros de Marsodeto, expresar desde el estrado de las Cortes lo que «sienten y lo que viven. Lo que quieren conseguir y lo que han logrado». «Este pleno para nosotros es fundamental, porque es una plataforma para la población con discapacidad e intelectual que lanza a la sociedad. Empodera y da mucho ánimo a nuestras personas con discapacidad. Se sienten escuchados», subraya Del Cerro.

Pleno por la inclusión en las Cortes

Pero, si hay una actividad que forma parte del ADN de Marsodeto, ésa es su caminata o marcha. Sin ninguna duda. Es una cita marcada en rojo en el calendario de actividades de la ciudad de Toledo que cada año reúne a cientos de toledanos con el fin de dar visibilidad y concienciar a la sociedad sobre la discapacidad intelectual. «Es maravilloso ver a personas de mayores de 80 años, familias con carritos de bebés y a otras empujando sillas de ruedas durante los nueve kilómetros de marcha. Eso pone de manifiesto que la sociedad pone todo su esfuerzo en apoyar a las personas con discapacidad intelectual y parálisis intelectual. Es maravilloso», sentencia Del Cerro.

El pasado año, la pandemia del coronavirus obligó a suspender esta actividad y este año, debido a las restricciones sanitarias, se celebrará de manera virtual el 24 de abril. Aunque desde la federación «confían» en que la sociedad toledana siga mostrando su generosidad en una cita tan importante para la discapacidad.

¿Un deseo? «Queremos una sociedad inclusiva desde Marsodeto, en la que todos nos podamos enriquecer y aportar nuestras diferentes capacidades para poder vivir de la mejor manera posible y tener una vida plena».

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