El colegio Maristas celebra el 200 aniversario de su fundación

El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha oficiado este miércoles por la tarde una Eucaristía de acción de gracias en la parroquia de Santa Teresa, con motivo de cumplirse el 200 aniversario de la fundación de los colegios maristas, una institución religiosa creada por San Marcelino Champagnat para el cuidado y evangelización de los niños y jóvenes, especialmente de los más necesitados. A la eucaristía también asistieron el consejero de Educación, Ángel Felpeto, y el subdelegado del Gobierno, Fernando Sanz, antiguos alumnos y familias. El acto se cerró con un vino en los salones de la parroquia.

Por la manaña, en el centro de Toledo se celebró otra Eucaristía en el polideportivo presidida por el obispo emérito de Segovia, Ángel Rubio y un acto conmemorativo en el patio del colegio con la participación de los alumnos del centro.

La presencia marista en el mundo se reparte hoy a lo largo de 81 países y atiende a 654.392 niños y jóvenes. En la vida y misión marista están implicados 3.552 hermanos y 72.762 laicos. Existen 503 colegios y 216 obras sociales repartidas por todo el mundo. También existen 30 instituciones universitarias y 14 hospitales, además de 6 editoriales educativas. Precisamente este mes de enero se ha abierto al servicio de los hijos de los trabajadores de las plantaciones de té de Bangladesh una nueva escuela marista ante la presencia de Emili Turú, actual Superior General de la congregación.

Los maristas llegaron a España en el año 1886. Hoy, la España marista se organiza en cuatro zonas o provincias: Compostela, Mediterránea, Hermitage e Ibérica. En nuestro país hay 55 colegios, un centro universitario y 38 obras sociales; 673 hermanos, 1.957 profesores y 54.417 alumnos. Destacan dos compromisos institucionales, el primero, la protección del menor: «como institución educativa ela­boramos y difundimos una política institucional que contribuya a salvaguardar los derechos de los menores. En consonan­cia con los principios y valores que guían nues­tra acción educativa y nuestra misión de educa­dores, manifestamos nuestro compromiso en la defensa de los derechos de los menores, nos proponemos reforzar las labores de prevención y protección que siempre hemos desarrollado y ponemos en marcha los mecanismos necesa­rios para velar por la seguridad de los niños y jóvenes que reciben educación en todas nues­tras obras educativas». Y, en segundo lugar, con los derechos del niño: «estamos comprometidos con la promoción y defensa de los derechos de los niños, niñas y jóvenes y velamos por su garantía y protección desde el encuentro, el diálogo, la fraternidad y el respeto y valoración de la diversidad».