Descienden un 75% las ventas de los vinos espumosos de Castilla-La Mancha en 2020

Los productores esperan que el sector de la alimentación amortigüe el impacto del coronavirus

Embotellado de vinos espumosos de la marca colectiva «Cueva», con sede en Villanueva de Alcardete (Toledo) ABC
Mariano Cebrián

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Si hay un sonido característico en toda cena de Navidad que se precie, ese es el del descorche de una botella de vino espumoso. Una imagen que se volverá a repetir este año, a pesar de la pandemia, que también ha afectado a los fabricantes de este producto en Castilla-La Mancha, viendo menguadas sus ventas en 2020 por culpa del coronavirus.

Unas cifras que pueden rondar un 75% menos, en comparación con la campaña anterior, de ventas de vinos espumosos hechos en Castilla-La Mancha, sobre todo en el sector de la hostelería y de la restauración. Estos son los datos que ofrece a ABC Domingo Picazo , presidente de la marca colectiva «Cueva» de Castilla-La Mancha, que tiene su sede en Villanueva de Alcardete (Toledo) y aglutina a varios productores de vinos espumosos de Castilla-La Mancha.

«Este año ha sido muy malo, ya que a la crisis del canal Horeca (acrónimo de hoteles, restaurantes y cafeterías), hay que sumar la escasa o nula celebración de bodas y comuniones, que es cuando más se consumen este tipo de vinos», señala Picazo, que también lamenta la suspensión de ferias de vinos, espacios en los que las bodegas cierren acuerdos comerciales y dan a conocer sus productos a otros países.

Un ejemplo de ello lo representa, precisamente, la bodega que ha elaborado el mejor espumoso de Castilla-La Mancha elegido por el Gobierno autonómico en los Premios Gran Selección de 2020 con su vino «Lahar». Elaborado en Carrión de Calatrava (Ciudad Real) por Bodegas Naranjo, este vino está también adscrito a la marca de calidad «Cueva» y Ramón Muñoz de Cuerva Sobrino, el actual responsable de este proyecto -la quinta generación desde su fundación-, asegura que «pese al reconocimiento, está siendo un año difícil».

«La situación está muy mala porque la demanda de vinos, y más de espumosos, es mínima», declara Muñoz de Cuerva, que achaca esa caída de las ventas a la crisis de la hostelería por el coronavirus y a que este tipo de vinos son de gama media-alta y están asociados a grandes celebraciones, por lo que sus precios son más elevados. «Esto —apunta— no se ha notado tanto en el extranjero, ya que en otros países el consumo de los espumosos está más arraigado, aunque confío en que el consumidor nacional comience a valorar los productos locales también».

Otro gran productor de vino espumoso en la región es la Denominación de Origen (DO) La Mancha . Su presidente, Carlos David Bonilla, explica que son unas pocas las bodegas de esta entidad las que elaboran vinos espumosos, «pero son de mucha calidad». Según informa, son en torno a medio millón las botellas que comercializan en 2020, las mismas que otros años, pero puntualiza que, «al ser más competitivos que el cava y el champán, por tener una mejor relación calidad-precio, no van a notar tanto la crisis del coronavirus».

«De calidad excepcional»

Los vinos espumosos de «Cueva», afortunadamente, cuentan ya con una amplia cartera de clientes tanto a nivel nacional como internacional que confían en ellos. «Pero, aun así, la crisis se ha dejado notar», afirma el presidente de esta marca de vinos con origen en Villanueva de Alcardete, municipio toledano de 3.000 habitantes y que cuenta con 500 viticultores y cinco bodegas que transforman el producto fermentando dos veces el vino, que hacen posible «este milagro: un espumoso de calidad excepcional».

Presentación de la campaña de promoción de los vinos espumosos «Cueva» en Madrid JCCM

En cualquier caso, Domingo Picazo se muestra optimista y espera que tanto las ventas en el canal de la alimentación y los supermercados den un espaldarazo a estos vinos espumosos, teniendo en cuenta que en Navidad y al cierre del año es cuando este sector «hace su agosto», como se suele decir. «Todos —indica— tenemos ganas de fiesta y de brindar durante las celebraciones, aunque sea en la intimidad y a pequeña escala».

Aun así, el gerente de Bodegas Naranjo cree que esta Navidad, «a pesar de que ha habido menos producción, los mercados están saturados y la cosecha de este año ha sido muy grande para vender todo». Por eso, pide una ayuda por parte de las administraciones para destilar toda ese excedente y convertirlo en hidrogeles o alcohol sanitario, «más necesarios ahora con la pandemia para dar sostenibilidad a las bodegas».

Previendo esta difícil situación que iban a tener los vinos espumosos, el Gobierno de Castilla-La Mancha lanzó una campaña de promoción de los mismos en el Metro de Madrid hasta el 15 de diciembre. El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo , presentó esta iniciativa en el intercambiador de Plaza de Castilla, uno de los puntos en los que se desarrolla y al que se unieron los de Avenida de América y Príncipe Pío, siendo zonas de gran afluencia de la capital nacional, con lo que estimaron llegar a 2,5 millones impactos en un total de 375.000 usuarios únicos.

El presidente de la marca colectiva «Cueva» agradeció esta iniciativa del Gobierno regional y agradeció que «más del 80 por ciento de territorio del municipio de Villanueva de Alcardete está dedicado al viñedo, siendo el que más vinos produce a través de la agricultura ecológica, base de los vinos Cueva». El mensaje que se podía leer en la publicidad del Metro de Madrid se podía leer: «Siempre es un buen momento para un vino espumoso Cueva. Del aperitivo al postre, acompaña tus mejores momentos con los grandes vinos de Castilla-La Mancha».

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