Un colegio de Cuenca enseña a hacer maniobras de reanimación

Los niños del colegio La Paz de Cuenca están aprendiendo a salvar vidas gracias a un grupo de enfermeras del centro de salud Cuenca IV que les enseñan maniobras de reanimación cardiopulmonar con un divertido método. El programa, que se ha puesto en marcha este curso escolar y está dirigido a niños de entre tres y doce años, se complementa con los cursos de nutrición para los escolares que están en Quinto de Educación Primaria.

Las sesiones, de menos de una hora, consisten en enseñar a los niños cómo actuar ante una emergencia, y cómo llevar a cabo la reanimación cardiopulmonar (RCP) en caso de que fuera necesario. Para ello, se apoyan en «La canción de la reanimación», con la que aprenden a llamar al teléfono de Emergencias 112, a distinguir si una persona está inconsciente, la posición lateral de seguridad (PLS), la RCP con compresiones torácicas y las maniobras de desobstrucción de la vía aérea.

El día que les toca, los alumnos más pequeños asisten al colegio acompañados de un peluche, mientras que los más mayores utilizan un busto que les ha prestado la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Este proyecto ha sido impulsado por la enfermera Rosa Valiente, especialista en Enfermería Pediátrica en Atención Primaria y adscrita al centro de salud Cuenca IV, en el barrio de Villa Román.

Valiente destaca la importancia de la educación para la salud en la escuela, dirigida por personal sanitario. El objetivo es enseñar a los niños a interiorizar conceptos básicos como si fuera un juego. Esta enfermera es la más veterana del grupo, aunque también realizan una imprescindible labor Mabel Solera (que cursa un máster en enfermería escolar) y Cristina Martínez.

Ambas resaltan la importancia de difundir los primeros auxilios en los colegios, algo que todavía no se imparte de forma reglada. Por ejemplo, las enfermeras recuerdan que en los países nórdicos forman a sus escolares en maniobras de emergencia, y por eso la tasa de eficacia en las maniobras es del 70 por ciento. Sin embargo, en España esa cifra no llega al 10 por ciento, y los ciudadanos llegan a la edad adulta sin saber realizar una RCP.