La conservación de la aves, como la avutarda, parece que es incompatible ahora con los cultivos leñosos
La conservación de la aves, como la avutarda, parece que es incompatible ahora con los cultivos leñosos - ABC

Las avutardas ganan terreno a los agricultores

Los planes de gestión preparados por Agricultura para las Zonas de Especial Protección de las Aves (ZEPA) indignan a Asaja

Toledo Actualizado: Guardar
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Más de 250.000 hectáreas afectadas y cientos de agricultores indignados es el resultado de los planes de gestión que ha preparado la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha para las Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA). Y es que, según la opinición de la organización agraria Asaja, se prima el bienestar de las aves, como la avutarda, y se condena el desarrollo agrario.

Tanto el secretario regional de Asaja, José María Fresneda, como la presidenta de la organización en Toledo, Blanca Corroto, han sido muy críticos con los planes agrarios de la Consejería de Agricultura para estas zonas de protección, que se distribuyen en ocho ZEPAS y que afectan prácticamente a toda la región, aunque con especial incidencia en La Mancha.

Y es que los planes de gestión están pensados para proteger a las aves, sin contar con las necesidades de los agricultores, ya que se les impide poder cambiar de cultivo.

Y todo ello, según ha indicado Corroto, sin ningún estudio serio que demuestre que es incompatible la superviviencia de especies protegidas con cultivos leñosos, como el viñedo.

También ha criticado la distribución realizada para las ZEPAS, ya que se ha establecido una zona A, con más de 20.000 hectáreas, en la que «no se puede hacer absolutamente nada», excepto sembrar cereal, un cultivo que, precisamente ahora es poco rentable.

José María Fresneda y Blanca Corroto durante la rueda de prensa
José María Fresneda y Blanca Corroto durante la rueda de prensa - ANA PÉREZ HERRERA

Tanto Fresneda como Corroto han advertido del «giro radical» que ha tomado la Consejería de Agricultura, con unos planteamientos excesivamente conservacionistas. «Se están tomando medidas coercitivas que van a impedir al agricultor mejorar las condiciones de su explotación«, ha dicho Fresneda, además de condenar al desploblamiento de muchos pueblos de la región.

Los responsables de Asaja también han hecho un llamamiento para que este problema no se convierta en una disputa política, porque si el anterior gobierno del PP tuvo su responsabilidad aprobando unos planes de explotación en zonas ZEPA que después han sido anulados por los tribunales, en 2005, cuando se constituyeron estas medidas de protección para aves, el gobierno socialista no desarrolló los planes de gestión que se requerían.

Y el problema es que, si la Consejería de Agricultura sigue adelante con estos planes, cientos de agricultores se verán abocados a abandonar sus tierras ante la falta de rentabilidad de los cultivos que se pretenden mantener para no dañar el hábitat de las aves.

Por ahora, las avutardas van ganando la batalla.

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