Alertan de un «delito ecológico» en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel

Ecologistas en Acción en Ciudad Real denuncia el movimiento de tierra proyectado en la Isla de Pan, la zona de visitas del parque

Pasarela en la Isla de Pan, dentro del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, en Ciudad Real ABC
Mariano Cebrián

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Queda una semana para el 14 de diciembre. Ese día el Patronato del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel , si nadie lo impide, aprobará, en su sesión plenaria, la delimitación perimetral de protección especial de este espacio y, por otro lado, la redacción del proyecto de restauración ambiental del itinerario de uso público de la Isla del Pan. Actuaciones que ya salieron adelante en la reunión de la Comisión del Agua celebrada el pasado 22 de noviembre y que han levantado bastante polvareda, por lo menos en algunos sectores.

En el primer caso, se trata de establecer una superficie aguas abajo del Gigüela y del propio parque que tendría como objetivo evitar el aumento de las presiones ocasionadas por la extracción de las aguas subterráneas para el regadío en su zona más sensible. Para ello se propone una zona que ocupa una superficie de 1.098,8 kilómetros cuadrados, que se corresponde con la cota piezométrica de 600 metros sobre el nivel del mar y que se asemeja a un cuadrilátero cuyos vértices delimitadores serían el propio parque, Torralba de Calatrava, Alameda de Cervera y Argamasilla de Calatrava.

Pero, sin lugar a dudas, la propuesta de restauración del itinerario de uso público de la Isla del Pan es la actuación más polémica que presenta la dirección del parque. Algo que se hará con la «connivencia y complicidad» del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). «No te quepa la menor duda de que se van a aprobar porque la mayoría está compuesta por gente que está apoyando este tema». Quien así habla es el portavoz de Ecologistas en Acción en Ciudad Real, Rafael Gosálvez , una de las pocas voces discordantes y minoritaria dentro del Patronato de las Tablas de Daimiel.

Responsabilidades penales

Ecologistas en Acción avisa de que si esto se aprueba definitivamente, van a pedir incluso responsabilidades penales porque entienden que se trata de un «delito ecológico encubierto como una actuación de gestión de conservación del espacio», algo que desmiente Gosálvez a ABC. «Ya estamos cansados de que la dirección del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel actúe de esta manera, sólo con el amparo de unos pseudocientíficos del CSIC», afirma el también profesor y doctor de Geografía Física de la Universidad de Castilla-La Mancha en Ciudad Real . Así, recordó los casos de Miguel Álvarez-Cobelas y Santos Cirujano antes, hasta que se han jubilado, y ahora con Salvador Sánchez-Carrillo. «Todos ellos han dado la justificación científica y técnica a este tipo de decisiones de una manera vergonzante y vergonzosa», asevera.

El problema de raíz, a su juicio, es que han convertido las Tablas de Daimiel en un embalse, el de Puente Navarro, como aparece reflejado en el Mapa Topógrafico del Instituto Geográfico Nacional , «que es lo que es realmente», afirma el portavoz de Ecologistas en Ciudad Real. Así, explica que el parque tiene cuatro presas y los mismos problemas que cualquier embalse. Entre otros, destaca la entrada de peces alóctonos, colmatación del vaso de la cubeta, contaminación difusa de la agricultura, desarrollo de plantas helófitas generalistas -carrizo y enea principalmente- que se alimentan de sedimentos y de aguas cargadas de contaminantes y residuales.

Algo por lo que la Comisión Europea ya lleva un tiempo avisando a España y este mismo viernes ha llevado al Gobierno a los tribunales por la contaminación agrícola del agua con nitratos. En el caso de las Tablas de Daimiel, asegura Gosálvez, «se han convertido en una pocilga por toda la mierda que se ha vertido a través del Acuífero 23 y 24 desde hace 40 años». Y, por otro lado, recuerda también el problema de la sobreexplotación de las aguas.

La falta de lluvias al año provoca que haya zonas del parque que estén complemente secas EFE

Con el proyecto de restauración ambiental del itinerario de uso público de la isla del Pan, que es la zona de visitas de las pasarelas del Parque de las Tablas de Daimiel, lo que pretenden, en su opinión, es un «maquillaje ambiental, sin ir al problema de raíz». Para Ecologistas en Acción , la única actuación asumible pasa por el desmantelamiento de las presas de Puente Navarro y del Morenillo, la recuperación de los cauces de los ríos Gigüela y Guadiana, revirtiendo los canales de drenaje abiertos en su día, la recuperación de las entradas de agua superficiales y subterráneas a través de una drástica reducción del regadío en toda la cuenca alta del Guadiana y, en consecuencia, que se cumpla con el mantenimiento del caudal ecológico del río Guadiana.

Buscar alternativas

La actuación que está prevista Gosálvez la califica de «agresiva» contra el espacio medioambiental porque, según indica, implica el uso de maquinaria para dragar entre 30 y 50 centímetros y eliminar los sedimentos y contaminantes generados «por la mala gestión del agua». «No vamos a consentir este atropello y vamos a ser beligerantes», manifiesta el responsable de Ecologistas en Ciudad Real, aunque reconoce que si finalmente la Justicia no les da la razón, lo acatarán. En cualquier caso, insta a buscar alternativas a remover el barro de la zona de visita del parque, la zona de las islas, que es además la divisoria de agua de los ríos Cigüela y Guadiana y la parte más alta.

«Esta es una chapuza más de las que se han hecho durante cuarenta años de vida del parque y que quieren tapar con más chapuzas», se queja Gosálvez, que critica la «visión utilitarista» de la dirección de las Tablas de Daimiel, donde no se ha limitado el regadío. Aun así, la Confederación Hidrográfica del Guadiana ha reducido el mínimo de agua a extraer de 570 hectómetros cúbicos al año a 345, una cantidad que es incluso una «barbaridad» para Ecologistas en Acción, que considera que lo que habría que hacer es dejar de regar durante un tiempo para que el ecosistema se recupere porque, según ellos, «no hay agua suficiente».

Para ello, Gosálvez utiliza el símil de la economía doméstica: «Nadie gasta más de lo que tiene». Esto es, a su juicio, lo que está permitiendo el «gobierno populista socialista desde José Bono hasta ahora, que se opone al trasvase del Tajo al Levante, pero va a permitir uno aquí». El quid de la cuestión, señala el responsable de Ecologistas en Ciudad Real, es que no quieren enfrentarse al «’lobby’ de la agricultura extensiva representado por Asaja ( Asociación Agricola de Jóvenes Agricultores ), que pone y quita consejeros en Castilla-La Mancha. Mucha chapita redonda de los ODS (Ojetivos de Desarrollo Sostenible) en la chaqueta, pero luego no hacen nada».

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