Vídeo: 60 años de la plaga de malditas langostas que arrasó Canarias
Decía Viera y Clavijo de una invasión que hubo en 1659: «Una nube inmensa de langosta cubría el cieloy la tierra se echó sobre las islas amenazando la devastación más universal. En poco tiempo no dejaron aquellos insectos cosa verde»
El 15 de octubre de 1958 una gran plaga de langostas entró en Canarias por el sureste. Arrasó con todo lo que se encontraba a su paso. Y eso que las autoridades técnicas e institucionales las estaban esperando.
Manuel Ramírez Muñoz hace un recorrido histórico en las islas en «Historia de una maldición» y hecha pública como lección inaugural del curso académico de 2001 del centro UNED de Las Palmas capital.
Para plaga siniestra fue la del año 1659. Porque Canarias, de acuerdo con el testimonio de Viera y Clavijo, era sometidas a «innumerables e invencibles ejércitos de enemigos salidos del corazón del África».
Decía Viera y Clavijo entonces: «Una nube inmensa de langosta que cubría el cielo y la tierra se echó sobre las islas los días 15 y 16 de octubre amenazando la devastación más universal. En poco tiempo no dejaron aquellos insectos cosa verde».
«Destruyeron las yerbas, huertas, viñas y demás plantas de tal manera que hicieron presa en las hojas de las palmas, que son tan duras, y en las de pita, que no hay animal que las coma. Cuando faltó el follaje de los árboles, se apoderaron de las cortezas, por lo que se secaron muchos, y cuando no hallaron qué comer, se comieron unas a otras infestando las aguas, corrompiendo el aire y atemorizando a los pueblos».
Esa plaga de 1659 coincidió con un eclipse de sol «que fue tal la oscuridad que parecía más cerca de la noche que día, y las langostas caían a tierra, fue este un día muy temeroso», narraba Juan Núñez de la Peña.
