La tormenta de fuego de Gran Canaria, rumbo a las 11.000 hectáreas

El presidente de la Asociación de Trabajadores de las Brigadas de Refuerzo contra incendios forestales (Atbrif): «ni los medios aéreos ni los terrestres pueden hacer milagros, se convierte en inviable, porque están fuera de la capacidad de extinción y no se puede exponer la vida de las personas en esas labores»

José L. Jiménez

La crisis climática, la orografía, las condiciones atmosféricas y la falta de prevención contra los incendios, han facilitado la propagación del fuego que afecta a la isla de Gran Canaria y dificulta su extinción, y que ha llegado ya al Parque Natural de Tamadaba , declarado Reserva de la Biosfera. Los técnicos consultados este lunes por ABC apuntan que este miércoles puede superar las 11.000 hectáreas quemadas.

Así lo han explicado varios expertos consultados al respecto sobre la dificultades que está presentando el incendio en Valleseco, al norte de la isla de Gran Canaria, y han coincidido en que la seguridad debe primar en las labores de extinción .

Las «condiciones orográficas de Canarias dificultan las labores», ha asegurado el ingeniero técnico forestal y funcionario interino del Cabildo de Gran Canaria, Javier Blanco, quien ha explicado que las islas occidentales comparten «más o menos las mismas características, son muy escarpadas y con mucha vegetación ».

Blanco, técnico helitransportador, forma parte de la primera unidad que llegó a la zona del incendio, realizó las primeras fotografías e hizo «la valoración potencial sobre sus dimensiones », que fueron transmitidas a la unidad de coordinación.

Ha explicado que al afectarles a las islas Canarias los vientos alisios, muchas veces hay bruma metida en la zona norte, sobre la cota de mil metros, donde se forma un mar de nubes que dota a la vegetación de mucha humedad.

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Pero en «condiciones atmosféricas adversas», con 35-38 grados, de 12-13 % de humedad relativa y vientos racheados adversos de 40-45 kilómetros «que hemos tenido estos días, ese colchón de humedad desaparece y la disponibilidad de combustible es bestial», según el técnico.

«Es que ahora mismo estornudas y se prende», ha asegurado Blanco, quien sostiene que la actuación de los helicópteros Kamov es «más operativa para estas labores en el archipiélago» que mantener una base de hidroaviones que es «económicamente inviable».

El incendio «responde actualmente a la nueva tipología de fuegos muy vinculados al cambio climático y a condiciones atmosféricas extremas, con ola de calor, poca humedad -por debajo de la normal- y viento fuerte», según la portavoz de la organización ecologista WWF, y experta en temas de incendios, Lourdes Hernández.

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