La nube de ceniza obliga a Iberia y otras aerolíneas a cancelar vuelos con La Palma

Esta nube de ceniza puede producir problemas de visibilidad, daños en los motores y peligros de deslizamientos en el momento de despegue y aterrizaje

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Laura Bautista

La navegación aérea en La Palma está desde hace dos días en alerta constante, ya que la actividad más explosiva del volcán de Cumbre Vieja ha generado una nube de ceniza que amenaza la operatividad de los aeropuertos. De hecho, varias aerolíneas están cancelando vuelos conforme van pasando las horas.

Los primeros vuelos que se cancelaron fueron los nocturno. En concreto, la empresa canaria Binter adelantó al mediodía de hoy que cancelaba los vuelos nocturnos. Una decisión que se ha extendido a lo largo del día a todos los vuelos operados desde La Gomera, que están cancelados «temporalmente». En su comunicado, la aerolínea explica que «se trata de una decisión por causas de fuerza mayor, garantizando la seguridad».

Además, ante posibles cambios futuros o reembolsos de billetes Binter explica que «estamos atendiendo por los canales habituales las solicitudes de cambios o reembolsos que pudieran recibirse por parte de los pasajeros afectados en estos vuelos. Estamos siguiendo en todo momento la evolución de la situación en contacto con las autoridades aeronáuticas».

Por su parte, Iberia también ha cancelado su operativa con La Palma debido a la ceniza, según ha confirmado a través de la red social Twitter. También Canaryfly ha suspendido de manera temporal los vuelos programados hacia La Palma. La compañía pide a los pasajeros afectados que se encuentren en el aeropuerto que se acerquen al mostrador de información. «La suspensión temporal de la operativa afecta, de momento, únicamente a los vuelos con origen y destino La Palma . El resto de la programación se sigue desarrollando con total normalidad», añaden.

Esta nube de ceniza , que ya se ha extendido a los cielos de la zona mediterránea peninsular y podría llegar a Madeira y Cabo Verde con los vientos alisios si es abundante, puede producir problemas de visibilidad, daños en los motores y peligros de deslizamientos en el momento de despegue y aterrizaje, en el caso de que la ceniza se acumule y amenace la seguridad de las pistas.

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