Imagen cedida por la Policía Nacional de una patera que arribó a la playa de El Confital, en Gran Canaria, en 2013
Imagen cedida por la Policía Nacional de una patera que arribó a la playa de El Confital, en Gran Canaria, en 2013 - ABC
Tribunales

Condenado a 11 años el patrón de la patera a la deriva que llegó a El Cotillo en 2012

La barca, sin control, apareció en Fuerteventura con 14 personas a bordo y varios kilos de hachís

Santa Cruz de Tenerife Actualizado: Guardar
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El Tribunal Supremo (TS) ha rechazado el recurso de casación con que el patrón de la patera que llegó en 2012 a la costa de la localidad de El Cotillo, al norte de Fuerteventura, pretendía que se anulase, o cuando menos redujese, la condena a 11 años de prisión que el último 20 de febrero le impuso la Audiencia Provincial de Las Palmas. El reo fue condenado a siete años de cárcel por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y a cuatro más por otro delito contra la salud pública, ya que quiso aprovechar el desembarco en Canarias para introducir en el mercado negro cerca de 20 kilos de hachís. La barca, con 12 personas a bordo más el presidiario y su compinche, debía arribar a Gran Canaria, pero el patrón perdió el rumbo y esta llegaría finalmente a la vecina Fuerteventura.

La Audiencia Provincial también condenó en su día al compinche a tres años de prisión y a cuatro a cada una de las dos mujeres que desde el Archipiélago colaboraban con los traficantes. Con todo, fue el «cerebro» de la operación el único de los cuatro que decidió recurrir contra la sentencia. Ahora, la sala de lo Penal del TS, en un fallo fechado el 17 de noviembre y para el que ejerció las funciones de ponente el magistrado Andrés Martínez Arrieta, confirma la resolución inicial y cierra así un caso que se había abierto ya antes de que la patera apareciese en El Cotillo.

Tras la investigación policial, la llamada «operación ‘Coleta’», la fiscalía les imputó un primer delito

Antes del suceso, la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras del Cuerpo Nacional de Policía descubrió la existencia de un grupo de personas de origen marroquí que podía estar promoviendo la inmigración irregular en pateras. Los agentes consiguieron entonces identificar tanto al líder del grupo, quien meses más tarde patronearía la barca que alcanzó por accidente el litoral de Fuerteventura, como a las dos mujeres hoy también condenadas. Tras la investigación policial, la llamada «operación ‘Coleta’», la fiscalía les imputó un primer delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros por su posible relación con la patera que en septiembre de 2011 había llegado a la playa de Vagabundos, en Santa María de Guía, con cuatro menores a bordo. La Audiencia, sin embargo, los absolvió de esta acusación por considerar que no había quedado probado que efectivamente hubieran participado en aquellos hechos. Sea como sea, el caso de El Cotillo pondría fin a la banda.

Fue el 22 de octubre de 2012 cuando la barca partió del puerto marroquí de Safi con 12 personas que previamente habían pagado por el viaje alrededor de mil euros. La patera no llegaría a su destino, Gran Canaria, sino a Fuerteventura. El patrón perdió el control de la embarcación y esta terminó por accidente en la isla el 28 de octubre. Las dos mujeres, de origen magrebí y afincadas en Las Palmas de Gran Canaria, eran las encargadas de conseguir el vehículo en que trasladar a los inmigrantes, algunos familiares suyos, y de dar alojamiento al patrón. Por si fuera poco, el grupo quiso aprovechar el viaje para introducir droga.

Los golpeaba si se levantaban

El líder del grupo, que tendrá que permanecer 11 años en la cárcel, había sido expulsado de España varias veces ya antes de que la Policía Nacional comenzara sus investigaciones. Los agentes encontraron la patera cerca de Fuerteventura «perdida y sin rumbo», tal como consta en la sentencia, en la que también se expone cómo las personas que viajaban a bordo explicaron que el patrón de la embarcación los golpeaba cuando trataban de levantarse durante la travesía. Fueron exactamente 19 kilos y 323 gramos los que sumó el hachís del que se incautó la Policía, lo que en el mercado negro habría supuesto unos 30.000 euros.

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