Cuando en el coche se superan los 30 grados, el conductor esta bajo un efecto similar al que produce una tasa de alcoholemia de 0,29 y el riesgo de accidente sube un 25%. El calor provoca fatiga y aumentan un 10% las distracciones. Enverano se disparan los accidentes y las muertes en carretera. Más de la mitad, que son 15 millones de conductores, reconocen que no respetan los limites de velocidad. Y el 23%, seis millones de personas, beben alcohol en los desplazamientos. El 61% no descansa porque quiere llegar cuanto antes y es allí, a pocos kilómetros del destino, donde se concentran la mayoría de los accidentes. Más de 3.300 personas han muerto en la última década en el viaje del verano.-Redacción-
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