...Y Balti Picornell se puso corbata

El nuevo presidente del Parlamento balear, de Podemos, cumplió correctamente con su papel institucional en la celebración del Día de Baleares

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
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El hecho más destacado del Día de las Islas Baleares celebrado ayer fue, seguramente, que el nuevo presidente del Parlamento regional, Baltasar —Balti— Picornell, de Podemos, portaba corbata. De tonalidad lila, para ser exactos, suponemos que por descarte de otros colores como el azul, el rojo o el naranja. En su etapa previa como diputado, Picornell nunca se había puesto corbata, ni tampoco en sus primeros días como máximo representante de la Cámara autonómica. Sin embargo, ayer optó —no sabemos si para disgusto de algunos de sus votantes— por mostrar una imagen más institucional.

Dicha imagen podría haber sido ya cien por cien institucional si Picornell hubiera llevado, además, americana, pantalones de vestir y mocasines, pero prefirió portar —no sabemos si para alegría de algunos de sus votantes— camisa negra, vaqueros a juego y zapatillas deportivas.

En cualquier caso, ese look, que podríamos denominar como casual con un punto de sofisticación, tiene la innegable ventaja de que te permite tanto recibir a las principales autoridades de Baleares en el acto central de la Diada como ir a una boda en la playa o quedar para tomar unas cañas con los amigos.

Por lo que respecta al discurso pronunciado ayer por Picornell, sí fue cien por cien institucional, tanto, que seguramente podría ser asumido por todos los partidos que en esta legislatura cuentan con representación en el hemiciclo. Puestos a poner algún «pero» a su intervención, podríamos criticar que concluyó con «vivas» a Formentera, Ibiza, Menorca y Mallorca, olvidándose de... Cabrera, que cuenta con un precioso Parque Nacional.

Picornell lleva en el cargo apenas dos semanas, pues fue elegido nuevo presidente de la Cámara el pasado 14 de febrero, en sustitución de Xelo Huertas. En estos quince días ha intentado demostrar que, como ocurre en su caso, no es incompatible ser republicano, anticlerical, activista político y animalista, y, al mismo tiempo, ocupar con responsabilidad un cargo que políticamente exige la máxima neutralidad y que institucionalmente implica representar a toda la ciudadanía. Conseguir finalmente algo así sería como lograr la cuadratura de los círculos.

Hasta ahora, cada vez que Picornell ha tenido alguna duda sobre la aplicación del reglamento ha optado por pedir consejo al vicepresidente primero de la Mesa, el socialista Vicenç Thomàs, o al vicepresidente segundo, el popular Miquel Vidal. ¿Será este el inicio de una hermosa amistad?

Paradójicamente, hasta el momento los únicos «damnificados» por la estricta aplicación del reglamento por parte de Picornell han sido un diputado de MÉS por Menorca, al que no se le concedió el derecho de réplica, y el propio líder de Podemos en Baleares, Alberto Jarabo, a quien Balti apremió para que terminase cuanto antes una de sus intervenciones. De seguir así, los baltistas podrían acabar teniendo aún menos futuro que los errejonistas en la dirección de la formación morada. Con o sin corbata.

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