Estación de tren de Teruel
Estación de tren de Teruel - Fabián Simón
Sociedad

Teruel, ante la manifestación más peculiar de su historia: 5 horas, en tren y «bendecida» por el obispo

Todos los partidos, patronales, sindicatos y hasta la Iglesia se han adherido a esta protesta contra el «tren tortuga»

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Teruel protagoniza este sábado la manifestación más singular, y probablemente más multitudinaria, de su historia: más de cinco horas de duración, en tren y con la «bendición» del obispo turolense, que ha mostrado expresamente su respaldo a la protesta por considerarla de justicia. Todo ello para exigir que el «tren tortuga» que cruza esa provincia y que conecta Zaragoza con Valencia deje de ser lo que es hasta ahora, el récord de lentitud y de antigüedad de la red ferroviaria española para conectar tres capitales de provincia, dos de ellas entre las cinco más pobladas del país.

La manifestación ha sido promovida por la plataforma «Teruel Existe», una coordinadora que nació en el año 1999 para poner voz y que se escucharan en toda España las reivindicaciones de una provincia lastrada por la despoblación, por un notorio déficit de infraestructuras y muy necesitada de revulsivos económicos.

Por entonces, la provincia de Teruel no tenía ni un kilómetro de autovía. Eso, al menos, se resolvió cuando se estrenó la A-23 para conectar Valencia con Zaragoza a través de la provincia turolense. A estas alturas, sin embargo, sigue esperando varias autovías más prometidas hace decenios: la que debería conectarle con Castellón y la que tendría que haberle dado ya comunicación directa con Madrid.

Mientras tanto, el tren sigue languideciendo. Su situación es idéntica a la de 1999. Casi 20 años de reivindicaciones de «Teruel Existe» no han logrado todavía modernizar la única línea de ferrocarril con que cuenta esta provincia.

Es un auténtico «tren tortuga» que, como han reconocido los políticos, da motivos más que suficientes para que la Administración se sonroje. En los últimos meses, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha anunciado inversiones a corto plazo por más de 70 millones de euros para modernizar este trazado. El anuncio agradó en la provincia de Teruel, pero hay coincidencia social y política en señalar que no estarán satisfechos hasta ver que esa inversión se ejecuta realmente, que se hace con rapidez y que logra -o es un principio decisivo- para sacar a este tren del ostracismo.

Larga lista de promesas incumplidas

La desconfianza está justificada. En Teruel llevan más de un decenio anotando promesas incumplidas, por carretera y por tren. El ferrocarril Zaragoza-Teruel-Valencia sigue sin estar electrificado, se tarda más en hacer el trayecto en tren que en coche, y hay tramos en los que los trenes tienen prohibido circular a más de 20 km/h por el precario estado de la vía.

Por si fuera poco, ahora les ha llegado un nuevo motivo de zozobra: temen que el corredor ferroviario Cantábrico-Mediterráneo, el eje a reforzar por España para ser la conexión prinicpal de ambas costas, se trace desde Tarragona-Zaragoza en vez de desde Valencia-Teruel.

Todo esto más de 12 años después de que se quedara en la estacada el particular Cantábrico-Mediterráneo que prometió el Gobierno de Zapatero a los turolenses en el año 2004. Hasta entonces, el PSOE usó el tren como ariete contra el Gobierno de Aznar: exigió que el AVE Madrid-Valencia modificara su trazado proyectado para que pasara por Teruel.

Cuando Zapatero llegó a La Moncloa, esa exigencia la aparcó de inmediato y, como placebo, prometió a Teruel ser escenario de un futuro corredor ferroviario de alta capacidad entre Valencia, el País Vasco, Asturias y Cantabria. Pero aquella promesa quedó en nada, pese a que dio de sí para que el entonces ministro de Fomento, José Blanco, organizara y presidiera un cónclave autonómico de presentación a bombo y platillo de ese proyecto.

Y todo esto, a su vez, después de que el Gobierno, también allá por 2004, enterrara otro proyecto que sí había echado a andar con el Ejecutivo de Aznar: la conexión ferroviaria entre Teruel y Calatayud (Zaragoza), para dar a los turolenses una comunicación directa por tren con el AVE Madrid-Barcelona.

Estos antecedentes están en la trastienda de la manifestación que este sábado protagonizará Teruel para exigir una modernización inmediata del ferrocarril que le conecta con Valencia y con Zaragoza, para que sea parte del corredor Cantábrico-Mediterráneo y para que sea una infraestructura realmente competitiva para el tráfico de personas y de mercancías. Esto último, además, concebido como motor de desarrollo empresarial para la provincia.

Adhesiones múltiples a la protesta

La reivindicación es compartida, sin excepción, por todos los partidos políticos. También por todas las organizaciones empresariales -CEOE incluida-, por los sindicatos, por las instituciones públicas turolenses. Y hasta el Obispado se ha adherido, con el prelado Antonio Gómez Cantero al frente, el obispo de la Diócesis Teruel-Albarracín.

La manifestación será singular por muchos motivos. Primero, por su duración: una protesta que durará más de cinco horas, no solo por decisión de los organizadores sino por imperativo logístico. La movilización se sustanciará con un viaje en tren a modo de protesta entre Valencia y Zaragoza, y no hay tren que haga este trayecto en menos de cinco horas.

Vestidos al gusto dede hace 100 años

Será singular también porque ha unido igualmente en su defensa a colectivos de múltiples territorios, Valencia y Zaragoza incluidos. Y singular, igualmente, porque por ello habrá una concatenación de movilizaciones durante esas más de cinco horas: concentración reivindicativa en Valencia, paradas durante el trayecto en las que se espera que se vayan subiendo más manifestantes, reivindicación en Teruel capital y, finalmente, llegada igualmente reivindicativa a la estación de Zaragoza.

La concentración en la estación de Valencia será a primera hora de la mañana, desde donde partirá el tren, en esta ocasión con un pasaje netamente reivindicativo. En Teruel capital comenzará una manifestación a las 11.00 horas en la plaza del Ayuntamiento, que llegará a su estación de tren a las 12.00 horas para sumarse al ferrocarril de protesta. Y desde allí se partirá hacia Zaragoza, donde concluirá la movilización.

Y, además, habrá colorido histórico, porque parte de los que participarán en la protesta irán ataviados a la moda de hace un siglo. Esto para hacer constar que, a fin de cuentas, han pasado cien años para una línea de tren que tiene prácticamente las mismas condiciones que cuando se estrenó.

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